Por su parte, la sonda rusoeuropea TGO (Trace Gas Orbiter), de la cual se separó el módulo, está funcionando bien. “Todo está en orden”, declaró a la AFP Jocelyne Landeau-Constantin, del Centro Europeo de Operaciones Espaciales (ESOC), en Darmstadt (Alemania).
“Durante algo menos de media hora los ingenieros dejaron de recibir las telemedidas que permiten conocer el estado de la sonda”, explicó a la AFP Michel Denis, director de las operaciones de vuelo de ExoMars 2016.
“No puedo decir que no estuviera preocupado, pero nunca perdimos la señal con la sonda. Y nos hemos entrenado para situaciones mucho peores”, agregó.
La sonda Trace Gas Orbiter (TGO) que llevó a Schiaparelli en su viaje de 496 millones de kilómetros desde la Tierra, debe colocarse en órbita en torno al planeta rojo, una fase complicada para esta misión ruso-europea.
Tras un periplo de siete meses para llegar al planeta rojo, Schiaparelli se separó de la sonda ruso-europea TGO (Trace Gas Orbiter) hacia las 14H40 GMT.
En cuanto a Schiaparelli, todo está funcionando bien y está emitiendo señal, dijo Michel Denis.
Hasta hora, solo Estados Unidos ha logrado la hazaña y los europeos enfrentan la misión con el nefasto precedente del proyecto Beagle 2, que desapareció sin dejar rastro hace trece años.