La Dirección General de Niñez de la entidad sigue esperando la lista de los 16 presuntos agresores, para poder seguir con el protocolo de atención para los casos similares. Expertos de la entidad deben conversar y atender a todas las partes involucradas en la presunta agresión escolar.
“El colegio tiene que tomar medidas ejemplares, ver la gravedad del caso y analizar la situación de cada alumno involucrado para determinar sanciones”, dijo la directora general de Niñez del MEC, Sonia Escauriza. Acotó que se suelen tomar decisiones más drásticas cuando los supuestos agresores son alumnos reincidentes.
CONTRADICCIÓN. Si bien la dirección de la institución educativa religiosa sostuvo que solo el MEC tiene la potestad de expulsar a los estudiantes, el reglamento interno del San José contradice esta historia. En uno de sus puntos, el reglamento interno sostiene que “será objeto de rescisión de contrato educativo el hecho de que el alumno presente problemas de conducta y/o rendimiento académico”.
El defensor del Pueblo, Miguel Godoy, presentó una denuncia penal sobre el tema ante la Fiscalía. Por los supuestos hechos de lesión grave, coacción y tortura, fue presentada la denuncia de Godoy. Destacó el hecho de “jerarquía” que mantiene con privilegios a alumnos mayores en el centro educativo.
Los directores del colegio San José fueron citados para declarar por el fiscal del caso Alcides Corvalán, quien pidió el legajo de los supuestos implicados en el hecho. El Ministerio Público solo tiene identificados a tres de los supuestos victimarios.
Los estudiantes de ambas partes no pueden convivir en el mismo espacio de ninguna manera. Sonia Escauriza, directora de Niñez del MEC.
Con rotura de tabique
Entre lágrimas, el padre de una de las presuntas víctimas en el San José comentó en Monumental AM que, según el parte médico, la rotura del tabique nasal de su hijo se recuperará recién en 5 a 6 meses. “Yo no voy a parar esto”, aseguró.
Denuncian que el caso anterior no fue castigado
Una madre denunció en Monumental AM que sacó a su primogénito del colegio San José y lo trasladó a otro centro escolar, precisamente por las presuntas agresiones constantes de parte de alumnos de cursos superiores.
“Mi hijo entró desde el preescolar, pero todo empezó en el séptimo con el tema de la hinchada”, declaró la mamá.
Incluso dijo que toda la comunidad educativa sabe lo que ocurre a puertas cerradas en el establecimiento católico. “Te dicen que es la tradición y que así debe ser”, contó indignada.
“Cuando me enteré de que mi hijo estaba siendo víctima de agresiones, decidí cambiarlo de colegio”, remarcó.
Hasta explicó los motivos a la directora del San José, no obstante, cree que nunca se hizo nada al respecto.
“Nunca hizo nada, no sé si es por cobardía o recibe alguna amenaza”, reclamó.
Por temor, no realizó denuncias en su momento. En ese sentido, celebró la iniciativa del padre de una de las tres víctimas que emitió una denuncia penal.
Al igual que el padre de la víctima, la madre contó que el modus operandi es siempre a través de la hinchada para intercolegiales y otros eventos deportivos.
“Si los chicos no forman parte de la hinchada viven marginados”, denunció.