EFE
El Gobierno brasileño había mandado una pareja para fomentar la reproducción en el zoo, y nueve de las aves nacidas desde entonces fueron enviadas a Brasil, informó este miércoles, Loro Parque en un comunicado.
Para lograr la reproducción fueron fundamentales la aclimatación de la especie, la imitación de las rocas de Brasil donde viven las aves, las condiciones atmosféricas de la isla y la utilización de semillas de palmera que consumen en la naturaleza, el licuri.
Según Loro Parque, las crías de guacamayo de Lear son capturadas para el comercio ilegal, mientras que los agricultores persiguen a los ejemplares adultos porque picotean el maíz.
Su hábitat está cada vez más degradado por el creciente uso de la tierra para el ganado, y también por la recolección indiscriminada de las hojas y frutos de la palmera de licuri.
El director científico de Loro Parque Fundación, Rafael Zamora, destacó que se ha conseguido recuperar la especie y cambiar el nivel de protección de “críticamente amenazado” a “amenazado”.
Loro Parque invirtió cerca de medio millón de euros en la protección del guacamayo de Lear en libertad con el objetivo de situarlo como especie no amenazada.