“Creo que fue oportuno el estreno del filme en el segundo día del festival, lo cual permitió que se continúe hablando durante los últimos diez días. Eso, evidentemente, beneficia mucho a la visibilidad que logró el proyecto”, manifiesta el cineasta.
“Considero que la plataforma ofrecida por el Festival de Berlín para una película como la nuestra –que dentro de la competencia fue una producción pequeña– es maravillosa en cuanto al gran nivel de exposición internacional que nos brinda”, añade Martinessi.
Agradece, además, el acompañamiento de la prensa nacional e internacional a su cinta, “lo cual genera un montón de expectativas en el público que quiere ver la película”.
Adelanta que se podrá ver próximamente en Paraguay y en las salas de España, Grecia, Brasil, Inglaterra, Francia, Alemania y otros países.
“Estamos muy entusiasmados por el estreno comercial de la película en muchos países, además del estreno en festivales, que son espacios más vinculados a la industria cinematográfica”, puntualiza.
VISIBILIDAD. Martinessi considera clave que para el elenco y su equipo de producción “es importante haber logrado una visibilidad en este espacio”.
Sostiene que ver que un trabajo procedente de Paraguay logra una buena recepción en la Berlinale “se convierte en un gran estimulante para seguir haciendo cine”.
No olvida al equipo de profesionales y técnicos que acompañaron el éxito, como el trabajo del elenco, del director de arte (Carlo Spatuzza) y de los artistas que prepararon la música. “Las actrices Margarita Irún, Ana Ivanova y Ana Brun, importantes para la construcción dramática del filme, realizaron un trabajo impresionante, así como las demás actrices del proyecto”, reconoce.
ESTÍMULO. “Creo mucho en el cine que se hace en Paraguay. Es un cine diverso, emergente y vibrante. Contar con una vidriera para nuestras historias nos impulsa a crear más cine en Paraguay”, apunta. “La cultura del país se refleja en el filme. Hay gran potencial en Paraguay, con un gran futuro para el cine”, finaliza.