Reuters
BARCELONA - ESPAÑA
La policía española utilizó bastones y balas de goma para frustrar ayer una referendo de independencia en Cataluña, en una muestra de fuerza que dejó a cientos de heridos, según funcionarios catalanes, y presentó a Madrid un enorme desafío para calmar las tensiones en la región.
Más temprano, en las calles de Cataluña, una potencia industrial y turística que representa un quinto de la economía, estalló la violencia luego de que la policía nacional irrumpió en los locales de votación con bastones, y arrastrando a los votantes. La acción generó críticas tanto a nivel local como externo.
La consulta sumió al país en la peor crisis institucional en décadas y profundizó las tensiones centenarias entre Madrid y Barcelona.
A pesar de la acción de la policía nacional, algunos locales de votación permanecieron abiertos, especialmente en áreas bajo la supervisión de la policía de Cataluña, que adoptó tácticas mucho más suaves. “Estoy tan contenta porque a pesar de los obstáculos que han puesto he podido votar”, dijo Teresa, una jubilada de 72 años de Barcelona que esperó en una fila durante seis horas.
Los agentes tenían orden de cerrar los 2.315 puntos de votación previstos, y al intervenir, no dudaron en cargar contra aquellos que opusieron resistencia, echando mano de porras, empujones y pelotas de goma, según varios testigos interrogados por la AFP.
Frente a ellos encontraron a cientos de personas concentradas desde antes del amanecer para proteger la votación. “Se han llevado las urnas por la fuerza, porque los presidentes de las mesas agarraban las urnas con las dos manos y se las arrancaban literalmente de las manos”, explicó Marc Carrasco, apoderado del colegio barcelonés Ramón Llull.
Según el gobierno independentista, la votación se desarrolló en numerosos centros de la región pese a la prohibición de la consulta por la justicia. En un principio, había previsto unos 2.300, pero se ignoraba cuántos pudieron abrir realmente.
Largas colas se formaron a partir de las cinco de la madruga frente a todos los centros de votación que los periodistas de la AFP visitaron en las provincias de Barcelona y Girona. En la mayoría, la movilización fue masiva en un intento de impedir que los colegios fuesen cerrados cumpliendo la orden judicial y las personas votaron en un ambiente de calma.
844 personas recibieron asistencia
“Más de 840 personas requirieron asistencia sanitaria a raíz de las cargas policiales contra manifestantes que intentaban impedir el cierre de los centros de voto del referendo de independencia prohibido por la Justicia”, informó ayer el gobierno catalán. “Con relación a las cargas de los cuerpos policiales del Estado durante la jornada del referendo, un total de 844 personas requerieron asistencia sanitaria”, dijo el departamento de Salud del gobierno catalán. Entre ellos había al menos 2 heridos graves. Uno de ellos es un hombre de 70 años, que estaba en un colegio electoral de Lleida, “sufrió un infarto cuando la policía iba a desalojar”.