El jefe humanitario de la organización, Stephen O’Brien, dijo al Consejo de Seguridad que está “profundamente preocupado” por la seguridad de “más de 400.000 civiles a causa de las actuales operaciones militares en la provincia de Al Raqa”.
“Seguimos recibiendo informaciones de que los combates y los bombardeos continúan resultando en muertes y heridas de multitud de civiles y daños a las infraestructuras civiles”.
O’Brien puso como ejemplos ataques aéreos que supuestamente golpearon este mes contra una escuela, un mercado y una panadería.
“A medida que la lucha avanza hacia zonas más pobladas cerca de la ciudad de Al Raqa, la preocupación por la suerte de los civiles no hará más que crecer”, dijo el diplomático en su presentación mensual al Consejo sobre la situación humanitaria en Siria.
La campaña para arrebatar Al Raqa al EI la desarrollan principalmente las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), una agrupación encabezada por milicias kurdas, y cuenta con el respaldo de la coalición internacional liderada por Estados Unidos.
En las últimas semanas, la actuación de la coalición ha suscitado controversia por las informaciones sobre víctimas civiles por sus bombardeos en Al Raqa y también en Mosul, la mayor ciudad bajo control del EI en el vecino Irak.
O’Brien insistió hoy en que las partes del conflicto tienen que hacer todo lo posible para proteger a los civiles y dijo que la ONU está lista para aumentar su ayuda humanitaria a la zona siempre que los combatientes le den acceso.
La situación en Al Raqa no es la única que preocupa a Naciones Unidas, que destaca también la gravedad de los combates en la provincia de Hama o en Guta Oriental, cerca de Damasco, donde según la organización unas 400.000 personas están asediadas por fuerzas gubernamentales.
Según la organización, a pesar del proceso político en curso para tratar de poner fin a la guerra, la violencia sobre el terreno continúa de forma implacable.
“De hecho, los últimos meses han sido de los peores para los civiles dentro de Siria”, dijo O’Brien.
El responsable humanitario de la ONU se refirió también al acuerdo alcanzado este miércoles para la evacuación de las localidades de Madaya y Zabadani, sitiadas por el Gobierno y sus aliados, así como los pueblos de Fua y Kefraya, bajo asedio rebelde, y el campo de refugiados palestinos de Al Yarmuk.
O’Brien dejó claro que Naciones Unidas no ha participado en las negociaciones y se mostró preocupado por ellos, a tenor de las condiciones de evacuación vistas en otros lugares.
Las evacuaciones, recordó, no deberían en ningún caso producirse bajo ningún tipo de “rendición” y deben garantizar siempre la seguridad de los civiles y que estos puedan dirigirse a un lugar de su elección.