En una entrevista con Efe en Miami, donde la semana pasada se inauguró una exposición de esculturas del perro “Xico”, una figura de su creación inspirada en el milenario perro “xoloitzcuintle” de la mitología azteca, Pineda afirmó hoy que el acento lo tiene puesto ahora en rescatar la tradición oral de América Latina y en realzar la identidad de los países de esa región.
“Xico”, que creó para la Exposición Universal de Shanghai (2010), ha trascendido su condición de mascota de un gran evento y hoy en día es el símbolo de un proyecto de Pineda que ha dado lugar a varios libros y vídeojuegos y tiene como plataforma Xico.tv, con contenidos gratuitos para niños y adolescentes.
Pineda relató que ya hace tiempo le había chocado ver cómo sus sobrinos se entretenían con muñecos y otros juguetes que nada tenían que ver con sus raíces y cultura.
Cuando ella misma fue madre de una niña, hace un año y nueve meses, se cargó de más razones para avanzar en un proyecto que considera “importante” para que los niños y jóvenes latinoamericanos descubran y valoren su propia identidad.
En la misma línea se inscribe el proyecto de la “Biblia” para niños que la diseñadora ha hecho con la Iglesia católica y la editorial mexicana Porrúa, como demuestra el pequeño “Xico” azul y alado que como el espíritu santo sobrevuela a los personajes que aparecen en la cubierta.
“La fe católica forma parte de nuestra historia”, subraya Pineda, que es empresaria desde hace 22 años.
Esta “Biblia” infantil, editada como “Xico, leyendas de América Latina”, lleva la “bendición” del Papa Francisco, que le ha dedicado un mensaje “importante”, y un prólogo de Eusebio Leal, el exhistoriador mayor de La Habana, y de la misma Pineda.
Pineda y Ricardo Covalín han logrado hacer de su marca una de las más reconocidas en el mundo del diseño de lujo, con pañuelos, corbatas y otras prendas de vestir, y una gama de objetos hechos en México por artesanos de este país.
“Pienso que es importante dejar un legado”, señala Pineda, quien luce uno de los pañuelos de seda que han hecho famosa a su marca.
Se trata de una edición limitada dedicada a Gabriel García Márquez, el escritor colombiano galardonado con el Premio Nobel de Literatura, y, además de diversas figuras alusivas a sus obras tiene como motivo algunas frases suyas.
Pineda Covalín también tiene permiso del Fideicomiso del Banco de México para reproducir la imagen y las obras de la pintora mexicana Frida Kahlo en prendas y objetos, y ha hecho recientemente una edición limitada de pañuelos con la cara de la artista serbia Marina Abramovic, famosa por las instalaciones en las que su propio cuerpo forma parte de la obra.
Además de tiendas en diversos países, Pineda Covalín ha llevado sus productos a museos de ciudades como Nueva York y tiene sus propios museos en México, uno de ellos dedicado a “La nao de China”, el barco que desde Filipinas llevaba mercancía a México y otros países latinoamericanos y en donde llegaron los mantones de Manila, que dieron lugar a los vestidos de la mujer tehuacana.
La diseñadora está también colaborando, según dijo a Efe, con el empresario Andrew Kluger en la creación del que será el Museo de México en San Francisco (California, EE.UU.), algo que, según sus palabras, va a ser “impresionante”.
En este momento de actividades en ebullición, la marca Pineda Covalín se dispone a sacar unas alianzas basadas en el Popol Vuh, un texto fundamental de la cultura maya en el que se relata la creación y se defiende que los humanos y todos los seres vivos vienen del maíz, son “hijos del maíz”.
Son dos anillos, uno en oro blanco y otro en oro amarillo, que simbolizan la unión de las variedades de maíz de esos colores.
Pineda subrayó que los van a promocionar también para su uso por parejas homosexuales y no cree que eso signifique una contradicción para una persona que al mismo tiempo está editando una biblia para niños.
“Yo estoy a favor del respeto en la diversidad”, dice.
Cuando se le pregunta a qué se debe el éxito de la marca Pineda Covalín, responde sin pensarlo mucho: “a que realmente hemos logrado un concepto diferente y lleno de color, ofreciendo artículos hechos por orfebres, peleteros y talabarteros mexicanos y con valor agregado”.
Solo la seda de pañuelos, corbatas y otras prendas de vestir viene de Oriente, porque en México solo se produce seda artesanalmente.
Ana Mengotti
