Kazajistán fue elegido miembro no permanente del Consejo de Seguridad el 28 de junio pasado, con un mandato de dos años que comenzará en enero próximo. Será la primera vez que ocupa un sillón del consejo un país de Asia Central.
“El mandato de dos años en el Consejo de Seguridad es una responsabilidad que tomamos con la máxima seriedad y orgullo”, afirmó el ministro kazajo de Exteriores, Erlan Idrissov, al intervenir hoy en la Asamblea General de la ONU.
El representante del Gobierno de Astaná dijo que su país se compromete a impulsar en el consejo acciones para el mantenimiento de la paz y la seguridad, la prevención de conflictos y otros objetivos como la atención a los países que cierren conflictos.
“Asia Central estará representada en el Consejo por primera vez en su historia, y nuestra presencia es una oportunidad para llamar la atención a sus miembros sobre temas regionales”, agregó Idrissov.
“Nuestra gran idea es hacer de la región una zona de paz, cooperación y seguridad”, insistió.
El ministro kazajo dijo que la ONU necesita de cambios modernos que requieren que se adapte a “las nuevas realidades” con el fin de mejorar su eficacia para resolver los problemas internacionales y evitar las amenazas para la paz mundial.
Pero también señaló que esas reformas tienen que llevarse a cabo de acuerdo con principios adoptados en consenso y defendiendo los intereses de la Carta de Naciones Unidas.
Idrissov recordó el papel predominante en favor de un mundo libre de armas nucleares que tiene Kazajistán, donde se llevó a cabo medio millar de ensayos nucleares soviéticos durante cuatro décadas.
“Como un país que hace 25 años cerró en su territorio el mayor centro de pruebas nucleares”, agregó Idrissov, “tenemos el pleno derecho moral y la responsabilidad de impulsar un proceso de desarme”.
Entre otras medidas como parte de estas políticas, el Gobierno de Astaná viene impulsado la iniciativa para conseguir que en 2045 se consiga alcanzar un mundo sin armas nucleares, una meta que recordó hoy ante la ONU Idrissov.
