Asimismo, aparece entre los clientes de la firma panameña Marcelo Carvalho Cordeiro, ex presidente del fondo de pensiones de Río de Janeiro e involucrado en la concesión irregular de contratos millonarios, que adquirió el año pasado por 2,7 millones de dólares una residencia en Key Biscayne.
Según el Miami Herald, no existen indicios de que en esas compras se usara “dinero sucio”, y tanto Lobao como Cordeiro “no estaban tratando de encubrir las compras” dado que usaron compañías con sede en Florida registradas bajo sus propios nombres.
No obstante el dinamismo que vive el mercado inmobiliario de lujo en Miami, el Departamento del Tesoro ha puesto en marcha un plan temporal de vigilancia a las transacciones inmobiliarias de más de USD 1 millón. efe