La intervención representa un soplo de vida para la joven estudiante, diagnosticada con glomerulonefritis e insuficiencia renal crónica, motivo por el cual se dializaba periódicamente desde el año 2013.
El trasplante fue posible gracias a la conciencia y solidaridad de una familia que decidió donar los órganos de un pariente fallecido.
La paciente había estado en lista de espera durante meses e incluso se planteó la posibilidad de que sea intervenida quirúrgicamente en la ciudad de Buenos Aires, informó la doctora Norma Ávalos, de la unidad de nefrología del Hospital de Clínicas.
“Recibimos el llamado a las 23.00 y yo creo que Dios tiene una manera peculiar de actuar; la primera vez que la llamaron, entró en pánico, ya que se asustó, lloró; la segunda ya no tanto y anoche estaba lista ya que estaba esperando, porque se dio cuenta de que en cualquier momento iba a suceder y en familia le estamos apoyando, estamos muy contentos por esta oportunidad”, mencionaron los padres de la trasplantada, quien se recupera en sala de observación.
Además de la mujer, otra persona fue beneficiada con uno de los riñones donados. Se trata de una menor de 13 años, quien fue operada también con éxito en el Hospital Central del Instituto de Previsión Social (IPS).