Una preocupación de igual porte se da en la escuela Merce- des Ibarra, ubicada a 80 metros de la subestática de Fernando de la Mora, que actualmente está en proceso de ampliación.
Los profesores del Dahlquist se reunieron meses atrás con la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, la parlamentaria Olga Ferreira. Fueron también convocadas autoridades del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC).
La profesora Diana Rodas, una de las coordinadoras de la escuela, manifestó que ya solicitaron en varias ocasiones la intervención de la entidad educativa, como intermediarios ante la ANDE.
La empresa estatal debe estudiar el índice de radiación que provoca la subestación ubicada en frente mismo a la institución del sector oficial.
“Pero como es usual, no tenemos nada de nada hasta la fecha”, lamentó la docente.
Los vecinos de la zona relacionan el problema a la subestación cercana.
Además, se dan usualmente explosiones que provocan apagones y fuertes ruidos que asustan a los niños.
Respuesta. El director de Gestión de Riesgos del MEC, Hugo Tintel, expresó que fueron a la reunión invitados por la Comisión de la Cámara Baja, pero solo de manera informativa. “No se hizo ningún compromiso con la insti- tución educativa, lo que mencionamos es que vamos a estar atentos con respecto al infor- me emitido por la ANDE”, declaró el funcionario.
Explicó igualmente que en la cartera no cuentan con una denuncia formal por escrito.
La profesora Hilda Oviedo, de la escuela Mercedes Ibarra de Fernando de la Mora, comentó que hoy tienen una reunión con autoridades de la ANDE sobre la subestática de la ciudad. “No queremos la ampliación cerca de la escuela”, apuntó.
Riesgo. El ingeniero industrial Julio Pallarolas explicó que los problemas con el rechazo a las subestaciones eléctricas se dan porque la ANDE no tiene en cuenta medidas de seguridad, con el único fin de ahorrar costos.
La incidencia depende de intensidad electromagnética
El doctor José Mayans explicó que la incidencia de los campos electromagnéticos que emanan de las subestaciones o subestáticas en las personas, depende de su potencia. El nivel permitido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) es de 100 CM (µT) –microtesla–. “Existen por ejemplo distancias que deben ser respetadas”. El tiempo de exposición también influye. Recomendó una medición en el lugar para saber si existe o no la influencia negativa del campo. “Un estudio epidemiológico a docentes y alumnos también”, remarcó.