De los 45 senadores, son 24 los que están a favor, de acuerdo a los sondeos que se manejan, por lo que por lo menos habría cuórum.
La situación se complica en el caso de que Sindulfo Blanco, Óscar Bajac y César Garay tengan que ser sentenciados por mal desempeño en sus funciones, como reza la acusación de los diputados.
En este caso, para que se dé la destitución de cada uno de ellos, necesariamente se deben reunir 30 votos, y según los cálculos harán falta 6.
Son 16 los senadores que de alguna u otra manera no están de acuerdo con el enjuiciamiento, en algunos casos por la preocupación de que se dé un copamiento del oficialismo.
Están también los que cuestionan el procedimiento, e incluso los que tantean la posibilidad de mantener o conseguir cupos en la Corte.
Son seis los senadores, entre ellos cuatro liberales, y uno de Avanza País, en este caso Miguel López Perito, los que todavía no dieron una postura oficial. En el caso que los mismos se decidan a acompañar una condena, llegarían a 29, y haría falta uno más.
En diciembre del 2014, los diputados remitieron la acusación de tres ministros de la Corte a la Cámara Alta.
Además de Blanco, Bajac y Garay, también figuraba en la lista Víctor Núñez, quien se aferró primero al cargo pero terminó renunciando. Un tiempo después el Ejecutivo lo ubicó en la binacional Yacyretá.
La semana pasada, luego de más de un año, en la Comisión de Asuntos Constitucionales un grupo de seis senadores firmó un dictamen por el que se aprueba seguir con el juicio político.
El titular del Congreso, Mario Abdo Benítez, refirió que más allá de que existan o no los votos para la destitución de los ministros, se debe dar continuidad al proceso.
Mencionó que la convocatoria a la primera sesión extraordinaria, de las 15 que se prevén, cinco por cada ministro, se iniciaría luego de la Semana Santa, que sería ya a finales de este mes.
Antecedentes. Un grupo de 18 senadores ya había sentado postura en contra del juicio político en diciembre del 2014. Algunos de los que firmaron un acuerdo se mantienen en su postura y unos pocos ahora están a favor.
Se había alegado en esa ocasión, lo que sostienen hasta hoy de que se trata de un simple cambio de fichas.