Los llamados a comicios en las distintas facultades de la UNA han agudizado su crisis interna. Las formas en que se realizan las elecciones en nuestra universidad más antigua explican a la perfección su propia decadencia y la crisis interna que ahora sufre. ¿Cómo es que grupos de poder corruptos se han instalado tan cómodamente por tantos años y son prácticamente inamovibles en la UNA? El sistema de votación es ideal para eso.
Ahora nuestra universidad más grande está en una encrucijada y las elecciones que se están realizando en sus facultades no garantizan para nada la renovación de sus autoridades. Es remota la posibilidad de que docentes, egresados y estudiantes con mentalidad más abierta, hoja de vida más honesta y formación académica más actualizada puedan acceder a los concejos universitarios.
Ni siquiera la proporcionalidad, garantizada en la Constitución Nacional, se aplica en la UNA. En realidad, muchas disposiciones del Código Electoral son descaradamente dejadas de lado. ¿Se deberían cambiar para asegurar un sistema de votación más ecuánime y democrático? Claro que sí. Pero eso difícilmente se dará con la Asamblea actual y con los que ahora la integrarán, pues son todos de la misma claque y actúan corporativamente liderados por decanos obsecuentes en su mayoría.
Muchos docentes de la UNA anhelamos el cambio. Hemos sufrido la mediocridad y la inoperancia de nuestras respectivas facultades cuando fuimos estudiantes. Con egresados no docentes constituimos la Codeuna, una agrupación que se sumó desde el año pasado a la voz de protesta del estudiantado. Es gratificante saber que muchos colegas quieren que la UNA salga de la corrupción que la carcome; pero es también tan triste ver a otros colegas apoyar a nuestros pares corruptos, a aquellos que transan con la politiquería que se ha infiltrado desde siempre en la UNA. Muchos docentes, por omisión e inacción, sirven de soporte a aquellos que corporativamente han impedido que la UNA sea una universidad de calidad.
Afortunadamente los estudiantes que quieren la reforma de nuestra universidad tienen una fuerza y capacidad de lucha que nos inspiran. De lo contrario ya hubiésemos sucumbido hace mucho. Es cierto que lo más conservador de la universidad está en su cuerpo docente, y por eso la lucha es más dura en ese estamento.
¿Tiene esperanza la UNA? Sí que la tiene. Mientras haya gente en pie de lucha habrá esperanza para nuestra universidad. Eso lo han entendido incluso padres de estudiantes, que se han sumado también a las protestas. Han entendido que lo que ocurre en la UNA es una causa nacional y que la lucha interna que se está llevando en su seno en realidad dice mucho de lo que es política y socialmente el Paraguay.