Si alguna utilidad tiene la mínima reducción del pasaje en el transporte público de pasajeros de la Capital y su área metropolitana, es volver a tomar conciencia de la complejidad de este problema social de larga data. El traslado de los ciudadanos en medios públicos es un tema no menor para la ciudadanía –en particular para sus usuarios–, y, por lo tanto, para las instituciones del Estado directamente vinculadas al tema.
El problema no se reduce a Asunción y su entorno inmediato solamente. Afecta a todo el país. Y si en el área del país donde se concentra casi el 50 por ciento de la población (Asunción y aledaños) la precariedad de los ómnibus es lamentable y peligrosa, en los lugares más alejados del interior el drama es mayúsculo.
Gran parte del interés verbal que no se traduce en términos de trabajo y de resultados de las autoridades nacionales y municipales en relación al traslado de persona se reduce a la Capital y sus alrededores, olvidándose que a lo largo de toda la Nación hay pasajeros que también necesitan mejor transporte.
Por ahora, sin embargo, habrá que mirar qué es lo que ocurre con las promesas de iniciación de las medidas que impliquen apuntar a mejorar la situación en el sector.
En Asunción, el proyecto de adquisición de 400 buses con aire acondicionado subvencionados con 30.000 dólares por el Estado se encuentra en marcha y, teóricamente, comenzará a cobrar cuerpo concreto en estos primeros meses del año. Según el Ministerio de Obras Públicas, a través de su Secretaría de Transporte, ya inició el desembolso de los montos comprometidos.
Mientras tanto, el proyecto de Metrobús entra a su primera etapa con la limpieza de cauces hídricos de la cuenca que abarcará su tramo de 11 kilómetros entre San Lorenzo y el puerto de Asunción. La traba principal está en el Mercado 4, donde los comerciantes se oponen a que pase en medio de sus negocios por considerar que va a arruinar sus ingresos.
Si bien hay indicios de que por fin puedan ir concretándose las medidas que conduzcan a conseguir un transporte público de calidad que beneficie a la mayoría de los pasajeros, todavía no se observan señales seguras que permitan concluir que la solución está en camino.
Es necesario, por otro lado, además de dar respuestas a los pasajeros de Asunción, Lambaré, Mariano Roque Alonso, Fernando de la Mora, Villa Elisa, San Lorenzo, Luque, Limpio, Ñemby, Ypané y otras ciudades, que el MOPC, su Viceministerio de Transporte y la Dirección Nacional de Transporte (Dinatrán) también se aboquen a mejorar el servicio en el interior.
Todos merecen viajar con dignidad y dejar de ser trasladados como animales hacinados en buses chatarra que son una vergüenza.