25 may. 2025

El pacto de Yacyretá tiene puntos flojos, señala técnico

El ingeniero Ernesto Samaniego manifestó que el acuerdo firmado por Cartes y Macri tiene muchas indefiniciones, y resaltó que algunos puntos resultan más favorables para el país vecino.

Ernesto Samaniego

Ernesto Samaniego

Samaniego, ex director de Planificación de la ANDE, explicó que la deuda de la EBY con el Tesoro argentino quedó reducida a un valor conveniente a los intereses argentinos, puesto que Paraguay no tenía ni tiene compromiso alguno al respecto. La anualización del pasivo se debe reflejar en la tarifa y si esta resulta en USD 35 el megavatio hora (MWh), como había dicho Víctor Romero, presidente de la ANDE, su costo será superior a la energía que se adquiere de Itaipú.

Con la aplicación del Anexo C y de confirmarse esa tarifa, la energía para Ebisa (comercializadora argentina) será más barata, que para la ANDE, debido a que el factor de carga de Paraguay es menor.

Además, el técnico indicó que llama la atención que se mencione la formalización de la entrega de cronogramas de utilización de la energía generada (en el punto 13 del acuerdo), pero no así los contratos de suministros ni la garantía de pago. Asimismo, en el punto 15 se menciona que el cumplimiento de los compromisos de la EBY está supeditado a que reciba la totalidad de los ingresos.

“Otra cuestión notable es la variación de los gastos de explotación. En el preacuerdo de 2006 se había establecido la suma de USD 50 millones anuales para una producción media de 17.550 MWh, es decir, aproximadamente USD 2,85 el MWh. Ahora la totalidad de los gastos directos e indirectos de explotación, gastos sociales y medioambientales, más las inversiones en obras no vinculadas con la generación de energía, no deben superar el equivalente a USD 17,5 el MWh, lo cual constituye un llamativo y sustancial aumento”, destacó.

Apuntó que para tener una referencia de costo, se debe mencionar que el costo de explotación de Itaipú hasta el 2003 era de aproximadamente USD 3 el MWh y actualmente está en torno a los USD 8 el MWh.

VENTA A TERCEROS. Samaniego remarcó que Paraguay renuncia al derecho de comercializar sus excedentes del 50% de la energía que le corresponde y por más de que se aumente lo correspondiente a cesión de energía (en un 20%), la posible diferencia de ingresos es considerable. Suponiendo una cesión, en un año, del 60% de la energía que le corresponde, el Estado paraguayo recibiría en torno a los USD 70 millones. En cambio, si esa energía se comercializa, aunque sea en el mercado argentino, el beneficio recibido sería aproximadamente de USD 180 millones, advirtió.

Acuerdo es resistido en Argentina

Tal como ocurre en algunas esferas políticas del país, el acuerdo por Yacyretá también es cuestionado por políticos de Argentina. Según se observa en periódicos del país vecino, la principal queja tiene que ver con la renuncia a cobrar los intereses por la deuda de la EBY. Vale recordar que, hasta el año pasado, los rioplatenses deseaban cobrar casi USD 18.000 millones, puesto que aplicaban intereses a los aportes realizados para la construcción de la represa.

El medio La Nación indicó que Argentina cedió unos USD 9.900 millones en intereses y que la deuda global era de USD 17.259 millones; por ende, calificó de “concesión generosa” lo realizado por su presidente Mauricio Macri.

Lo resaltante es que ya no señalaron que la deuda es de Paraguay, como lo afirmaban años anteriores, sino que indicaron que el pasivo es de la entidad Yacyretá.

No obstante, los argentinos reconocen la importancia de hacer nuevas obras de generación, puesto que solo la EBY alimenta al 13% del territorio argentino.