25 abr. 2024

El género y la ideología

Enrique Vargas Peña

Género significa, según el diccionario de la Real Academia de la Lengua Castellana, “1. m. Conjunto de seres que tienen uno o varios caracteres comunes. 2. m. Clase o tipo a que pertenecen personas o cosas (...) 3. m. Grupo al que pertenecen los seres humanos de cada sexo, entendido este desde un punto de vista sociocultural en lugar de exclusivamente biológico (...)”.

Hombre es género. Mujer es género. Hay elementos físicos que perfeccionan la diferencia entre hombres y mujeres, la complexión, los órganos genitales, que son evidentes a simple vista y que determinan con qué definición de género (hombre o mujer) el Estado reconoce la identidad de las personas, según lo admitió en Sin Límites (Red Guaraní de TV) la Dra. Carmen Ocampo, del Registro Civil.

Pero también hay elementos, físicos y síquicos que perfeccionan la diferencia, que no son evidentes a simple vista, según lo explicó el Dr. Ramón Battaglia en el mismo programa: Existen personas que nacen sin los elementos que perfeccionan la diferencia entre ser mujer y ser hombre. Véase el diccionario.

Sin embargo, la rusticidad del Estado paraguayo solamente toma en cuenta los elementos físicos evidentes para otorgarles identidad. Les inscribe como hombres, aún cuando terminen desarrollándose como mujeres; o como mujeres, aún cuando terminen desarrollándose como hombres.

Lamentablemente, grupos religiosos que apoyan la gestión de Horacio Cartes lograron que el primer mandatario ordenara al ministro de Educación y Ciencias eliminar del sistema educativo los pocos avances que se habían logrado en nuestro país para solventar la situación de esas personas y, además, desataron una campaña propagandística con la que instalaron la idea de que esos avances forman parte de una conspiración internacional para destruir la familia patriarcal, conspiración que se define, según esos grupos, en una supuesta “ideología” de género.

El diccionario define Ideología como: Conjunto de ideas fundamentales que caracteriza el pensamiento de una persona, colectividad o época, de un movimiento cultural, religioso o político, etc.

A pesar de llevar días intentando entenderlo, no logré hasta ahora saber cómo puede tratarse como ideología lo que es ciencia y demografía, ni cómo puede la garantía de los derechos de un grupo determinado de personas con características particulares poner en peligro la familia patriarcal; tipo de familia, de paso, que está escasamente arraigado en la realidad social paraguaya.

Nuestra Constitución, tan detestada por Cartes (la calificó de “arcaica”), contempla las situaciones mencionadas al principio, que las rudimentarias formulaciones de los grupos religiosos no podían prever por falta de instrumentos científicos.

El artículo 4 de nuestra Constitución obliga al presidente de la República a proteger a toda persona, incluidas las mencionadas por el Dr. Battaglia, “en su integridad física y síquica"; el artículo 9 le obliga a proteger la libertad y la seguridad de esas personas; el artículo 25 le ordena reconocer que “toda persona tiene el derecho a la libre expresión de su personalidad, a la creatividad y a la formación de su propia identidad e imagen"; el artículo 46 le impone al presidente no admitir discriminaciones y le ordena remover “los obstáculos e impedir los factores que las mantengan o las propicien”.

Los religiosos que apoyan a Cartes han logrado que haga una lectura pérfida de la Constitución que detesta, pretendiendo que su artículo 49 deroga lo arriba mencionados, lo lógico en un violador recurrente de nuestra Carta Magna.