Atrás quedó el pequeño festival que su creador, el fallecido Claude Nobs, comenzó celebrando en 1967 en el casino de la localidad bañada por el lago Lemán.
Apenas dos ediciones después, la labia de Nobs consiguió que Ella Fitzgerald viajase hasta los Alpes suizos para actuar en Montreux, y por supuesto, fue cuestión de poco tiempo que Aretha Franklin, Chuck Berry, Miles Davis, Etta James o Muddy Waters formasen también parte del cartel.
Cincuenta años después, el MJF, que comenzó siendo como un festival sólo de jazz, ha ido diversificando su cartel hasta convertirse en una de las citas musicales más importantes del mundo y sigue disfrutando de plena salud, como bien demuestra su presupuesto de 28 millones de francos (casi 26 millones de euros).
Cada año, más de 2.000 miembros de personal de casi 50 nacionalidades se encargan de que los más de 240.000 asistentes que suele acoger disfruten de la música durante 17 días.
El festival quedó huérfano en 2013, pero celebrará sus bodas de oro sin perder su esencia gracias al trabajo de su nuevo director, Mathieu Jaton, discípulo de Nobs.
“Se trata de una edición muy especial, es muy emotiva, especialmente porque Claude ya no está y se lo mucho que le hubiera gustado llegar al 50 aniversario”, dijo a Efe el nuevo director.
Y es que Jaton se ha encargado de traer a artistas tan influyentes como Neil Young, Patti Smith, Santana, Lana del Rey o Muse para la ocasión.
También compartirán cartel con habituales como Van Morrison, Quincy Jones, Marcus Miller o Deep Purple y músicos de todo tipo como Jamie Culum, ZZ Top, Simply Red, Gogo Penguin, PJ Harvey o Mac Demarco.
Asimismo, la música africana y la latina, especialmente la brasileña, tendrán sus propias veladas de la mano de creadores como Angélique Kidjo, Ana Carolina o João Bosco.
Por supuesto nos faltarán los homenajes, no sólo a Nobs, sino a grandes artistas que han pasado por los escenarios de Montreux y que han fallecido este año como Prince o David Bowie.
Como celebración de sus 50 años, Jaton ha querido que la música analógica y que la tecnología vayan de la mano y la organización del festival ha lanzado una aplicación móvil para mejorar la experiencia de los asistentes.
Pero el director del MJF, que se define como “un loco de la música” también ha querido volver a las raíces del sonido y para ello ha creado un nuevo espacio dedicado sólo a “acercarse a escuchar un vinilo, con un equipo de altísima calidad, para que pueda disfrutar realmente de la música”.
“Esa será sólo una de las muchas sorpresas que tenemos preparadas para esta edición”, dijo.
El MJF ha aportado grandes momentos al mundo de la música como los encuentros entre Dizzy Gillespie y Ray Charles, Paco de Lucía y El Cigala, o Santana y Al Jarreau.
Además, cinco álbumes grabados en directo han sido galardonados con un premio Grammy, como el de Miles Davis y Quincy Jones Live At Montreux en 1993.
Asimismo, la banda de Rock Deep Purple escribió su famosa “Smoke on the Water” después de una actuación de Frank Zappa durante el festival, en la que el escenario comenzó a arder.
Para muchos, la localidad de Montreux es un lugar especial, repleto de historias y anécdotas, puesto que durante décadas fue escogida como lugar de retiro por personajes como la emperatriz Sissí, el escritor ruso Nabokov, Lord Byron o el mismísimo Freddie Mercury.
Aun así, el festival y la música se mantienen cada año como su principal reclamo turístico, especialmente en este 50 cumpleaños que los asistentes celebrarán por todo lo alto en cada uno de sus casi 400 conciertos.
Elena Montero
