La fiscal Lorena Ledesma imputó a Roger Abdelmassih, quien se movía en Paraguay bajo el nombre de Ricardo Galeano. Cerca de G. 770 millones mensuales era el monto estimado que movía el doctor detenido y expulsado del país el martes pasado.
“Es un documento que pertenece a un señor de nombre Ricardo Galeano y era utilizado por el Sr. Roger en todas las operaciones de la república. Tenía muchos movimientos de sumas de dinero utilizando el nombre de Ricardo Galeano. Otorgaba sumas de dinero a muchísimas personas con cobro de intereses”, señaló la fiscala a Telefuturo.
En cuanto a la esposa de Roger Abdelmassih, Larissa Sacco, la fiscala expresó que existe una orden de captura dictada por la Interpol pero el Ministerio Público no efectuó hasta el momento otra imputación.
También sostuvo que la Senad no informó a la Fiscalía sobre el procedimiento siendo que el sistema estipula que la Policía y las demás instituciones tienen 6 horas para informar al Ministerio Público de una aprehensión.
“Fue la Senad la que hizo el procedimiento y no comunicó al Ministerio Público”, indicó. La Fiscalía recién el viernes 22 de agosto, tres días después del procedimiento, tomó intervención en el asunto.
Por su parte la encargada de la Inmobiliaria Saturno, Sheila de Portillo, declaró que el día en que se realizó el procedimiento tuvo contacto con la esposa de Roger Abdelmassih, Larissa Sacco, hasta cerca de la medianoche, momento en que realizó la devolución de la llave de la vivienda donde residían.
“Ella estaba esa noche con sus hijos, el personal de servicio y unos amigos. Ella nos comenta llorando que no tenía idea de qué iba hacer, estaba muy avergonzada y nos dijo que había muchas mentiras de por medio”, había expresado la mujer a la encargada de la inmobiliaria.
Luego manifestó que dejaría la llave a una amiga pero los encargados solicitaron que sea ella quien haga la entrega y la mujer accedió por lo que se contactó nuevamente cerca de la medianoche para efectuar la devolución.
“Nosotros volvimos a una cena donde estábamos esa noche y nos llamó dos horas después a avisarnos que nos quería dar la llave, eso fue cerca de las 11 de la noche. Nos entregó y luego se retiró en un Kia”, indicó Sheila de Portillo.