Cardozo habló principalmente acerca del papel del Ministerio Público, resaltando la necesidad de contar con un fiscal itinerante que pueda estar disponible de forma inmediata.
“Necesitamos un fiscal itinerante. Para poder hacer un allanamiento no se pueden esperar más de 24 horas sin que se filtre la información”, manifestó.
“Por ejemplo, queremos allanar en el Este, y se demora 24 horas el allanamiento porque tenemos que ubicar primero al fiscal de la zona. En ese lapso ya puede desaparecer la evidencia”, agregó.
Cardozo dijo que ya cuentan con un juez anticontrabando “que cubre toda la república y nos facilita muchísimo el tema de las intervenciones”, dijo.
Procedimientos. Reiteró que el Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (Senave) se encarga de controlar los productos frutihortícolas, la Marina cubre la parte fluvial y la Policía Nacional asiste en todos los operativos. Detave está en las fronteras.
Como son varias las instituciones, se empezó el proceso para la elaboración de un manual de procedimiento, que integre a todas las instituciones del Estado involucradas en la lucha del flagelo del contrabando.
También admitió que en la frontera, todos los controles que se hagan “siempre van a ser insuficientes”, porque la actividad en la zona, tanto legal como ilegal, es incesante y está en constante cambio.
Con respecto a la denuncia de los gremios de los productores e importadores de productos frutihortícolas, que indicaron que casi la mitad de lo que se vende en el Mercado de Abasto es contrabando, dijo que el dato no es sólido, y que los denunciantes deberían explicar sus números con mayor detalle.
Por otro lado, informó que el tomate y la cebolla fueron los productos más ingresados –por vías legales– en lo que va del mes de enero.
Un total de 602.860 kilos de tomate provenientes de Argentina (en un 17%) y Brasil (en un 83%), ingresaron en lo que va del año; y 760.102 kilos de cebolla, provenientes de Brasil en su totalidad, según registros del Detave.