11 sept. 2025

De obispos, crecidas y perro campana

Por Miguel H. López – En TW: @miguelhache

El cambalache está presente. Paraguay, la retaguardia en América del Sur por culpa de sus malos gobernantes, sigue dando un lamentable aporte de escándalo de baja estofa como reflejo del atavismo mental y conservadurismo estilo medioevo de cierta sociedad rancia que prefiere no ver la realidad porque no se ajusta a su opinión. O prefiere inventar situaciones con tal de no reconocer que el mundo es diverso, a pesar de ellos, y respetar a quienes no coinciden con su idea. Y, lógicamente, por la mala o nula gestión del Estado.

1. El escándalo de intimidades y alcoba de los obispos Pastor Cuquejo (arzobispo de Asunción) y Rogelio Livieres Plano (titular de la diócesis de Ciudad del Este), teniendo en casa la asamblea de la OEA que debatía y aprobaba disposiciones contra todo tipo de discriminación, a pesar de las religiones cristianas que movilizaron sus bases con medias verdades y fundamentalismo chiita. Esto solo ratifica lo que es secreto a voces: la hipocresía hasta criminal de la Iglesia Católica como jerarquía y estructura de poder político. Livieres que encubre a dos curas, uno denunciado por delito de pedofilia en EEUU y otro por crímenes de lesa humanidad durante la dictadura argentina. Cuquejo que sugiere reabrir esas causas y es atacado por su colega que ventila denuncias internas en su contra por homosexualidad. En el mundo católico la homosexualidad es un pecado, en la ley es parte del libre ejercicio de la personalidad. La pedofilia y los crímenes de lesa humanidad son delitos tanto en la ley como para la Iglesia Católica. He ahí la esencial diferencia. El muerto se asusta de su rostro dentro de una estructura podrida por dentro y por fuera.

2. Más de 50 mil compatriotas desplazados por las inundaciones del Paraguay y Paraná, mientras el Estado-Gobierno apenas reacciona, manejando la ayuda como prebenda partidaria; el presidente Horacio Cartes que aparece para las fotos en los bañados, horas antes de viajar al Mundial Brasil 2014; y toda la estructura de seguridad y un sector de la prensa más interesados en especular sobre la foto de un perro campana que poseería el grupo criminal llamado EPP y sobre unos oportunos viejos videos que distraen la atención de la emergencia y de la incapacidad del Ejecutivo que ni los captura ni libera al joven Arlan secuestrado hace 71 días.

No avanzamos ni retrocedemos. Parece que nos hundimos...