05 may. 2025

Clientes con abultadas cuentas colman las oficinas de ANDE

Miguel Benítez

TW: @maikbenz

Clientes de la ANDE, que se sintieron afectados por las abultadas facturas del mes de enero (correspondiente al consumo de diciembre), atiborraron la sede de la empresa pública para exigir aclaraciones y rectificaciones, puesto que no se explican cómo les vino tan elevada la cuenta, siendo que la utilización de energía fue prácticamente la misma. Los aumentos van desde el 100 hasta el 300%, según se observó en las facturas.

Solamente en el área de atención al cliente se contabilizaron aproximadamente 200 personas y cada una de ellas tenía una historia muy diferente.

Bastante apesadumbrado el señor Gerardo Recalde llegó desde Valle Apuá, Lambaré, para entender cómo su factura pudo alcanzar la suma de G. 440.000 (sin comisión), ya que la cuenta anterior ascendía a G. 113.200. El cliente explicó que hace casi cuatro meses tiene un hijo internado en el Hospital de Clínicas, dado que padece de leucemia. La casa se encuentra prácticamente vacía y no se comprende que el consumo se haya disparado de esa manera, enfatizó.

“Tenemos un aire acondicionado, pero de noche nadie está en la casa. Solo un foco dejamos prendido al frente, pero ese se prendía nomás anteriormente. Esta vuelta ni ventilador usamos, porque no estamos. Casi cuatro meses va a ser de que mi hijo está internado en el Hospital de Clínicas. Mi señora se quedó con mi hijo ahí, no le quiere dejar porque es riesgoso. Yo solo voy a la casa para bañarme, cambiarme y llevar ropa”, relató.

NO HUBO FESTEJOS. Gabriela Rodríguez, de la Segunda Compañía de Luque, debe pagar una cuenta que asciende a G. 733.000 (G. 366.500 cada mes), aunque se incluyen dos periodos de consumo. La mujer aclaró que igual el incremento es abusivo, puesto que su utilización habitual ronda los G. 125.000 por mes y vive sola.

Añadió que no pasó las fiestas en su casa por lo que no hubo gastos en decoración ni en iluminación, razones que las autoridades de la ANDE habían señalado para justificar el aumento.

“Ni siquiera prendí los foquitos de luz, ni el árbol navideño. Yo no estuve en mi casa en las fiestas, yo vivo sola ¿Te imaginás una persona que viva sola que gaste G. 400.000? Tengo dos acondicionadores de aire, pero solo uno uso cuando hace demasiado calor y aparte tengo dos ventiladores en mi pieza. Con todo eso, me viene este monto”, comentó.

Otra consumidora de Lambaré, que prefirió no brindar su nombre, expuso que estaba alquilando un departamento hasta el 6 de noviembre. Desde esa fecha, el inmueble está deshabitado, pero sin embargo recibió una primera factura por G. 409.000 en diciembre. Luego en enero le llegó una cuenta acumulada de G. 1.255.000.

A más de las quejas particulares, también hubo reclamos de varios comercios por la excesiva sobrefacturación. El representante de uno de ellos mostró que su compromiso a abonar supera los G. 3.000.000, mientras que su consumo anterior representaba menos de la mitad.

COBRAN VERIFICACIÓN. Otros usuarios denunciaron que los técnicos que van a hacer las verificaciones de los medidores a las residencias están solicitando dinero, luego de hacer su trabajo. La suma requerida es de G. 70.000 y explicaron que se trata de un servicio tercerizado, no provisto por la ANDE.

Piden combatir a los gancheros
Luis Alberto Benítez, procedente de la ciudad de San Antonio, también fue afectado por la suba en la cuenta de la energía eléctrica, ya que pasó de G. 330.000 a G. 550.000. Sin embargo, solicitó a los ejecutivos de la estatal una lucha más intensa contra las conexiones clandestinas.
“No creo ni que revisen mi medidor. Yo tengo mis vecinos hace 40 años que usan directamente la energía y nadie hace nada. Eso lo que hay que reclamar, no es solo esto, el uso clandestino. Tiene que haber cuadrillas que se vayan a revisar, nadie les dice nada. Yo voy a pagar mi cuenta, pero no es justo que nosotros paguemos y otros no paguen”, exclamó.
De acuerdo con los datos oficiales de la ANDE, las pérdidas de energía se redujeron a menos del 25%, en gran parte por la lucha contra las conexiones ilegales.