El presidente Horacio Cartes cumple su tercer año de gobierno cercado en fuertes críticas hacia su gestión, división interna en la ANR, crisis con los senadores de la oposición y una fuerte caída de su popularidad.
En contrapartida, desde el oficialismo y los principales operadores cartistas emprenden una fuerte campaña para instalar el debate político de modificar la Constitución mediante la enmienda, para abrir paso a la reelección presidencial.
En medio de este escenario, el oficialismo trata de despegar inaugurando algunas obras por parte del Ministerio de Obras Públicas, y viviendas por la Senavitat.
Al completar más de la mitad de su mandato, el jefe de Estado se vio obligado a cambiar a 6 de los 12 miembros de su gabinete integrado en su mayoría por técnicos.
Las movidas en el gabinete presidencial comenzaron con la salida de Germán Rojas del Ministerio de Hacienda. Luego, le tocó el turno al ministro de Defensa, Bernardino Soto Estigarribia, quien perdió una pulseada con el comandante de las Fuerzas Militares, general Luis Gonzaga Garcete.
Siguieron los cambios con Sheila Abed, quien dejó el Ministerio de Justicia. Al mismo tiempo, Cartes puso punto final a la gestión de Jorge Gattini en el Ministerio Agricultura y Ganadería (MAG). El gobierno admite que no avanzaron en atender las demandas de los pequeños productores del campo.
Poco tiempo después, el Gobierno de Cartes soportó una de las movilizaciones campesinas más prolongadas. Estos consiguieron un acuerdo histórico con el sector de las cooperativas. El Ejecutivo tuvo un duro revés y firmó compromiso con ellos.
Ni bien superó esta crisis, Cartes enfrentó otra más fuerte. Los estudiantes de los colegios de todo el país se movilizaron y sitiaron las instituciones educativas exigiendo la renuncia de su ministra estrella, su prima Marta Lafuente, del Ministerio de Educación. El Ejecutivo claudicó y los estudiantes ganaron la batalla.
Los políticos que responden al primer anillo de Cartes ganan terreno. El escándalo de las cárceles obligó al presidente nuevamente a hacer un cambio en Justicia.
ANR. Cartes arrastró la crisis que soportó desde las internas coloradas y municipales tras un marcando distanciamiento con el sector de Mario Abdo Benítez. La imposición de la candidatura del diputado Pedro Alliana en la ANR le provocó varias secuelas, principalmente en el Senado.
Hoy la maquinaria oficialista está operando fuertemente para instalar el debate de la reelección. Tienen tiempo hasta diciembre para lograr los votos para la enmienda. De no ser así, deberán empezar a movilizar el plan B.
CORRUPCIÓN. El presidente prometió cortar las manos a los corruptos. Sin embargo, ante la falta de fortaleza política se vio obligado a rodearse de cuestionados legisladores, entre ellos Víctor Bogado y José María Ibáñez, ambos investigados por casos de corrupción a nivel de la Justicia.
También muchos de sus colaboradores fueron acusados de casos de corrupción como el caso del comandante de las Fuerzas Militares, quien se sostiene en el cargo gracias al apoyo político de su padrino, el ministro político, Darío Filártiga. Los concursos públicos promocionados por el Gobierno también son cuestionados y se habla de que siguen privilegiando a los amigos y parientes.