Cobra un salario de 118.822.523 de guaraníes en la Entidad, pero su protagonismo en el gobierno de Horacio Cartes trasciende en la Policía y principalmente en los sucesos del 31 de marzo, cuando se quemó el Congreso y se atropelló la sede del PLRA, donde terminó muerto el joven Rodrigo Quintana.
Con la senadora del Partido Democrático Progresista (PDP), Desirée Masi, desató una guerra personal a partir de la denuncia que la legisladora realizó con sectores de la oposición en torno a las firmas falsas presentadas ante la Justicia Electoral para buscar la reelección del presidente Horacio Cartes.
plan magnicidio. En una contraofensiva, en enero de este año, Canillas entró en juego como elemento del cartismo y denunció ante la Fiscalía a la senadora del PDP por la supuesta intención de contratación de sicarios para atentar contra la vida del presidente.
La supuesta amenaza cobró estado público, luego de que se filtraron las conversaciones intercambiadas en el grupo de mensajería de WhatsApp, donde se encontraban legisladores de la oposición. Allí, en uno de los mensajes, la senadora Masi pregunta al entonces presidente del Congreso, Robert Acevedo, cuánto cuesta “un sicario de medio pelo”.
En la noche del 31 de marzo y en la madrugada del 1 de abril, Luis Canillas fue uno de los hombres del cartismo que realizaron 24 llamadas al ex comandante de la Policía Críspulo Sotelo. Alegó que llamó esa noche porque estaba asustado y quería apaciguar.
Algunos inclusive lo consideran como si fuera un ministro del Interior de facto por las influencias que tiene en la institución policial. Se suma a los gerentes de Cartes que tienen influencias en las instituciones y ministerios, sin formar parte de la cadena de mando.
El cruce de llamadas que hizo Canillas con los altos mandos policiales abrió las dudas sobre la influencia que ejerce en la institución policial. La oposición apunta al asesor jurídico como uno de los sospechosos de haber dado la orden –junto con el gerente tabacalero José Ortiz– para que la Policía atropelle la sede del PLRA, que terminó en el asesinato del joven Quintana.
Este último caso hasta el momento no fue aclarado a instancias de la Fiscalía.
Pero Canillas no solamente ataca a la senadora Masi. Desde el cartismo se suma a los cuestionamientos a su marido, Rafael Filizzola, en lo que respecta a su administración como ministro del Interior, en la época de Fernando Lugo. Una de las denuncias habla de la compra de balines de goma, a precios elevados, en comparación del mercado. Además de la investigación de la compra de los famosos helicópteros para la Policía.
pasado oviedista. Canillas fue desempolvado por la administración de Cartes, pero tiene pasado oviedista. Justamente se lo conocía como el famoso abogado del extinto ex general Lino César Oviedo, quien fue protagonista de los sucesos que se desataron durante el Marzo Paraguayo en 1999. Tras la muerte de los jóvenes en la plaza frente al Congreso, el abogado Canillas ejerció la defensa –junto a Mario Elizeche– del ex presidente Raúl Cubas Grau, durante el juicio político.
Fue condecorado por la Policía
En un claro desafío a la oposición, el presidente Horacio Cartes otorgó una distinción al abogado Luis Canillas, durante la actividad oficial en homenaje a la Policía Nacional. El hombre influyente del Gobierno recibió la condecoración por el constante apoyo realizado a la institución policial por parte de la Entidad Binacional Yacyretá. El respaldo se dio a pesar de que en el mismo acto se encontraba el director paraguayo, Ángel Recalde.