El sospechoso de ser autor intlectual del doble homicidio es el entonces intendente Vilmar Neneco Acosta Marques, de la localidad de Ypejhú, fronteriza con Paranhos, Brasil, a quien se sindica como el contratante de sicarios para acallar las críticas que realizaba sobre él Pablo Medina, en cuanto a sus cultivos de marihuana, que trasnsportaba inclusive en vehículos de la Municipalidad.
Vilmar Acosta, cabeza del clan Acosta, había llegado al cargo político de la mano de la actual diputada colorada y ex gobernadora de Canindeyú, Cristina Villalba, a quien la señalaron de ser su madrina.
Otros políticos también saltaron a la luz pública salpicados por el narcotráfico en la zona, concejales municipales y departamentales, incluso parlamentarios.
A raíz de esto se pudo comprobar que varios políticos de la zona tienen su sustento en la plantación y tráfico de la marihuana y de la cocaína.