Se trata de Aquiles o El guerrillero y el asesino, y pocos libros como este le costaron a Carlos Fuentes “tantos años, borradores y recomienzos”, asegura quien fue el responsable de su edición, el crítico peruano Julio Ortega, amigo personal del escritor mexicano.
Ortega, ensayista, profesor en universidades estadounidenses y europeas, además de poeta y narrador, es quien durante largo tiempo tuvo el privilegio de trabajar, de manera artesanal, con extremo cuidado, para lograr que encajaran las piezas del puzzle que era el manuscrito de esta novela.
Y lo hace coincidiendo con el cuarto aniversario de la muerte de quien fue uno de los más grandes narradores contemporáneos en español, quien falleció el 15 de mayo de 2012 y ganó el Premio Cervantes en 1987 y el Príncipe de Asturias en 1994, entre otros prestigiosos galardones.
Silvia Lemus, su viuda, recuerda, en un texto que precede al prólogo de Julio Ortega, que su marido trabajó en el manuscrito durante los últimos veinte años de su vida y que la muerte le llegó sin haberlo revisado totalmente.
La novela remite a un episodio controvertido de la historia contemporánea de Colombia, un país al que Carlos Fuentes se sentía especialmente próximo: el asesinato de Carlos Pizarro (1951-1990), uno de los jefes principales del movimiento guerrillero colombiano M-19.
El deseo de conocer en profundidad la historia de su Aquiles colombiano, Carlos Pizarro, llevó a Carlos Fuentes a entrevistarse con sus familiares más cercanos y con amigos, como Gabriel García Márquez, Fernando Botero, Laura Restrepo o Belisario Betancur. EFE