El director de Tránsito de la Comuna capitalina, ingeniero Luis María Pereira, explicó que durante el desarrollo del Plan Ceta, elaborado en 1984, los técnicos de la Agencia de Cooperación del Japón (Jica) ya establecían como política que las personas utilicen en mayor medida los colectivos.
En ese sentido resaltó que la recomendación de los mismos era endurecer con todo los controles sobre los estacionamientos en la vía pública, aplicando las tarifas correspondientes, de manera de que se evalúe si era más conveniente viajar en bus o aparcar en las calles.
“La cosa pasaba porque la gente haga el ejercicio de decir: si antes estacionaba en la calle y no abonaba nada y tampoco puedo pagar una cochera o una playa privada, entonces no me queda otra que venir en ómnibus”, precisó.
RETRASO. En otro momento, el ingeniero Luis María Pereira indicó que en todo este proceso de cambios que habían sido sugeridos por los expertos japoneses, lo único que falló es la implementación total del proyecto del Metrobús.
Al respecto dijo que a esta altura del tiempo ya se debía haber contado en toda Asunción con tres o cuatro troncales de circulación por las vías de acceso y salida de la ciudad que conectan con diferentes puntos del área metropolitana.
“Lamentablemente, se atrasó muchísimo este aspecto recomendado en el Plan Ceta, que ya se laboró hace más de 30 años”, lamentó.
Indicó que la flota de colectivos por parte de las distintas empresas de transporte público mejoró bastante en la actualidad, pero el congestionamiento se mantiene a la hora de entrar o salir de la capital por la gran cantidad de vehículos particulares, por lo que la gente debe soportar hasta cuatro horas diarias en un colectivo.
De acuerdo a las estadísticas, un total de 600.000 automóviles y buses ingresan en cada jornada a territorio asunceno, lo cual colapsa por completo todas sus vías de comunicación.
“Con el Metrobús una vez que se tenga el servicio en todas las troncales, la cuestión será diferente. Ahí uno ya va a saber a qué hora exactamente va a pasar el colectivo, en el cuál va a viajar con mayor comodidad y seguridad. El servicio va a ser mucho más confiable”, insistió.
Acotó que “será como el subte en los países más desarrollados, pero en la calle, en la superficie”.
En otro aspecto, puntualizó que “el reclamo de la gente es atendible, pero se trata de un servicio más que necesario para ordenar lo relacionado con el tráfico y el uso de los espacios para estacionar. Una vez que se tenga un transporte eficiente el panorama será mejor”.
Hay buses más modernos, pero se sigue tardando demasiado para llegar al lugar de trabajo. Luis María Pereira, director de Tránsito