Marisol Ramírez
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Hoy se cumplen tres décadas de lo que fue la primera convocatoria del concierto Rock San Ber, que debido a una lluvia torrencial se concentró al día siguiente, un domingo 17 de enero de 1988, ante más de 20.000 personas, y que incluso tuvo eco internacional, con la publicación del diario Clarín, de Buenos Aires.
El país atravesaba el último año de la dictadura del entonces presidente Alfredo Stroessner, y la que fuera “una sociedad muy reprimida para cualquier expresión artística”, según resaltan artículos periodísticos de la época, demostró en aquella jornada todo su deseo de vibrar ante convocatorias similares a la de Rock in Rio (1985), que fue la inspiración de Rock San Ber.
El empresario y productor local Ángel Aguilera fue quien diseñó el festival, con personal traído desde Brasil y equipos de Argentina. Las entradas tenían un costo de G. 6.000.
Fito Páez, Soda Stereo, Os Paralamas do Sucesso fueron las estrellas de la jornada internacional, y Roupa Nova, una revelación, junto a los nacionales RH+ Positivo, Hobbies y Onda Corta. Miguel Mateos –también anunciado–, ante la postergación de la primera jornada, canceló su presentación por compromisos asumidos con anterioridad.
El festival duró unas doce horas, con segmentos de 60 minutos para cada participante, ya que por la suspensión por inclemencia climática se juntaron los dos días de festival.
“Fue lo más grande que se hizo en ese momento, y fue el punto de partida para otras presentaciones similares”, señala el periodista Juan Pastoriza.
El diario Clarín, en su edición del 20 de enero de 1988, le llamó “experiencia piloto de jóvenes empresarios que buscan generar distintas aperturas...”.
“A partir de ahí la gente comenzó a tomar en serio lo que es el rock nacional. Fue brillante la conducta de la gente. El público fue a divertirse y nada más. No se retiró una sola persona antes de que termine el evento de una duración maratónica”, añade Pastoriza.
PÚBLICO. Para el conductor de Monumental AM, con ese evento se detectó que había un público interesante para lo que se llamaría el rock nacional. “El entusiasmo de la gente hacia la propuesta fue de lo más llamativo. No se esperaba para nada semejante concurrencia. Algo como lo que fue Rock San Ber 88 nunca más se hizo, pues esa experiencia sucedió en un momento oportuno, en el que la gente estaba esperando algo así. Hubo otros intentos que no fructificaron. Hay un antes y un después de ese festival”, asegura Pastoriza.
REVELACIÓN. “Aquel concierto fue una experiencia única, inigualable, inolvidable y no lo digo solo como integrante de una banda que participó del encuentro, sino como joven en ese entonces, que presenciaba un festival de aquella magnitud, con bandas en su mejor momento”, comenta Jorge Sosa, cantante y bajista de RH+Positivo, banda de rock revelación en la cita.
“Marcó a fuego a toda una generación que recuerda con nostalgia eso que fue nuestro Woodstock (festival de rock hippie de los sesentas)”, añade el músico y abogado, quien mañana ofrece un concierto conmemorativo a este encuentro, en Kilkenny, desde las 21.00, con lo mejor de su repertorio y de los grupos internacionales que estuvieron en el histórico festival, realizado en San Bernardino.
Opiniones
“Nos dio un empuje muy importante”
“Fue la movida rockera más espectacular en Paraguay; hay un antes y un después de ese importante evento. Por mi parte, y hablando como representante de mis colegas músicos, estoy muy orgulloso de haber sido parte de ese gran concierto, en el cual compartí escenario con las figuras más emergentes del rock en Sudamérica, en aquel momento. Fue como ponerle la rúbrica a toda nuestra trayectoria (Los Hobbies) y significaba que hicimos bien las cosas. Nos dio un empuje muy grande, ya que aún teníamos mucho por andar. Es, sin duda,
un recuerdo que permanece intacto”. Emilio García, cantante.
“Público preparado”
“Antes que nada, fue un espectáculo con todas esas figuras internacionales del momento, como Roupa Nova, Paralamas, Soda Stereo. Nosotros estuvimos temprano ese día. Nos metimos en el barro, fue una emoción magnífica. Estuve acompañado de Ana (esposa), un cantante argentino y otras personas. Vi en ese entonces, que con mucha facilidad se hizo todo. Hubo mucha, mucha gente, y ningún incidente a lamentar. Se dio una muestra de comportamiento espectacular, la ciudad ni rebasó, estuvo bien resguardada, no hubo desmanes. Fue una demostración magnífica de que el público paraguayo ya estaba preparado para algo así". Rubén Rodríguez, presentador y locutor.