La enfermedad es asintomática, por lo que es difícil su diagnóstico precoz. La doctora Cesia Feltes, jefa del Programa Nacional de Control de la enfermedad de Chagas del MSP, descartó un brote de la afección, sino más bien mediante un trabajo coordinado en los bancos de sangre y la encuesta serológica están dejando al descubierto más personas afectadas.
“Es una enfermedad silenciosa cuando no presenta los síntomas, como trastornos cardiológicos y digestivos, entonces no se evidencia como problema de salud. Por eso, las mismas personas infectadas desconocen que lo están tanto en la fase aguda como crónica. No estamos hablando de un brote de la enfermedad”.
Teniendo en cuenta que la forma de transmisión que predomina es vertical, de la madre al hijo, una vez que detectan el caso en un niño hacen el análisis a toda la familia, incluidos a los hermanos, que dan positivo. Las personas padecen la enfermedad desde hace años en estos casos.
Otros afectados de la enfermedad que se detectó recientemente en adultos se da posteriormente tras los análisis de la sangre de donantes que ocurrió en Guairá. “Son personas que han ido a donar sangre y luego obtuvieron su resultado positivo para chagas”.
La enfermedad es crónica y puede derivar en la muerte con el tiempo. “Es la enfermedad de la muerte súbita, es la muerte repentina”.
La enfermedad es crónica y solo se puede dar tratamiento en las primeras fases.
“Pueden recibir tratamiento si cumplen criterios para ello. Un crónico que sea asintomático, que esté en grado 1 de lesión cardiaca, puede recibir aún el tratamiento etiológico”. Aquellos que no son candidatos reciben un tratamiento sintomático indicado por los especialistas, como por ejemplo con un cardiólogo.
En lo que va de este año, se registran 2.026 casos de chagas crónico y 15 de chagas agudo. Las cifras son menores en el 2015, solo se registraron 432 crónicos y 1 agudo. En el 2014 hay un leve incremento, los afectados fueron 553 crónicos y 5 agudos.