Mariela Rivarola
MISIONES
Santa María, Misiones, es una de las ciudades ideales para pasar en absoluta tranquilidad con la familia esta Semana Santa.
Un lugar que inspira paz desde la entrada, que va de la ruta 1, recorriendo 12 km, donde solo se observan campos verdes de ambos lados de la ruta, hasta llegar a la ciudad.
Una pequeña urbe donde aún no hay discotecas ni sitios con alto volumen de música, o donde la gente beba.
La plaza central es un lugar tranquilo, lleno de árboles, bancos y un parque para que los niños disfruten de ella. Además tiene una peculiaridad especial y única: en este espacio hay monos, ruidosos monitos cuidados por los lugareños y que forman parte del paisaje.
Show aparte. Estos divertidos animalitos llevan cerca de 20 años en el lugar, atrayendo a propios y extraños, que visitan la ciudad atraídos por ellos y vuelven por lo mismo.
Quienes ya estuvieron por ese lugar saben que no pueden llegar con las manos vacías, ya que los dueños de la plaza tienen que cobrar por darles la bienvenida a los visitantes. La paga consiste en frutas o galletitas para los graciosos monos que reciben de las propias manos de quien les da de comer o les invita algo.
La plaza es ideal para quienes gusten de la naturaleza, en un ambiente tranquilo.
También en alrededores de la plaza, está la iglesia, que contiene imágenes de la época jesuítica; así como el museo de Santa María, que tiene imágenes bastantes antiguas en su acervo. El ingreso a dicho museo tiene un pequeño costo por persona.
En los alrededores, los visitantes pueden encontrar un hotel al estilo de la ciudad, bastante tranquilo y con excelentes servicios.
Santa María también tiene cerros y arroyos que pueden ser recorridos, además la ciudad que cuenta con grandes extensiones de campos verdes, y aún bastante alejado de la movida apresurada que tienen otras ciudades.