“Con mi viejo siempre bromeábamos cuando era chico de que iba a terminar jugando en Paraguay, así que uno nunca sabe lo que puede pasar. Ahora llegó y estoy muy contento”, dijo el jugador de Argentinos, en diálogo con radio La Red.
Ortigoza no ocultó que se trata de “una sensación rara” por el hecho de ser argentino, pero con la posibilidad de jugar para Paraguay al haber conseguido la nacionalidad de ese país, ya que su padre es paraguayo.
“No quiero pensar demasiado en eso, estoy contento que se me haya dado lo de la selección paraguaya, porque es una selección importante.
Al principio no sabes cómo tomarlo: si reír o llorar. Yo me reí con mi viejo y también se me cayeron unos lagrimones de felicidad”, comentó.
“Ahora no tengo que relajarme, sino laburar más. Voy a jugar con futbolistas de alto nivel, así que tengo que esforzarme mucho más”, agregó con entusiasmo.
Finalmente, se refirió a sus ídolos dentro del fútbol argentino. “Verón es un ídolo, Riquelme también. Pero cuando entras a la cancha, si lo admiras te pinta la cara. Afuera son mis ídolos, pero adentro no”, aseveró.