La crecida cede y deja calles destruidas

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Destrozada. Antequera, hundida y regada de aguas negras.

A medida que retrocede la inundación en los diferentes barrios ribereños de Asunción, va apareciendo el panorama de contaminación y destrucción que dejó este fenómeno cíclico de subidas y bajantes del río Paraguay. Ayer, la altura de nuestro principal afluente hídrico volvió a bajar otros 7 centímetros, ubicándose a 6,42 metros y manteniendo a 12.225 familias damnificadas instaladas en refugios temporales, según informó el director general de Gestión de Riesgos y Desastres de la Comuna capitalina, Víctor Hugo Julio.

En un recorrido realizado por varios puntos de los bañados se pudo observar el pésimo estado en que quedan las calles de estos sectores.

Una de esas arterias es Antequera, en el barrio Santa Ana, donde la riada llegó hasta su intersección con 37 Proyectada. Actualmente ya retrocedió hasta 35 y en el recorrido de casi dos cuadras, que estuvieron bajo agua por algunos meses, se tiene un empedrado hundido y deformado, colmatado de efluentes cloacales que dejan, además de una lamentable postal, un ambiente de contaminación.

Julio apuntó que hasta tanto la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) no autorice el operativo retorno, nada se puede hacer por regularizar la lamentable situación existente.

Dijo que familias de clase media alta vuelven por sus propios medios y hacen las limpiezas y arreglos por su cuenta.

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