Antes de que sea desactivado el intento de juicio político, la Cancillería brasileña emitió en la mañana de ayer un comunicado en el cual manifestó respetar los procesos constitucionales paraguayos, que confiaba en que no haya un “quiebre del orden democrático” y en que el país no viole la cláusula democrática del Mercosur, establecida en el protocolo de Ushuaia.
Ya en el 2012 Paraguay había sido sancionado por no respetar esta cláusula, tras la destitución vía juicio político de Fernando Lugo.
El comunicado de Itamaraty destacó que el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, y Mario Abdo tienen un buen relacionamiento y que comparten “los mismos valores en lo que concierne a la promoción de la democracia en la región y la protección de los derechos de las familias”.
“Brasil espera que esta cooperación con el presidente Mario Abdo pueda continuar, lo que permitirá la plena implementación de iniciativas en curso y un mayor progreso, incluida la implementación, para beneficio mutuo, de los compromisos de los dos países bajo el Tratado de Itaipú”, señala el comunicado y añade que Brasil está interesado en la participación activa de Paraguay en el Mercosur, bajo la conducción de Abdo. Este fue uno de los varios gestos políticos realizados por el gobierno de Bolsonaro en apoyo a su par paraguayo.