Inmediaciones del Congreso estuvieron sitiadas por policías y cerraron las calles

Desde el lunes a la noche, tras el pedido de convocatoria a una sesión extraordinaria de la Cámara de Senadores, desde la Comandancia de la Policía Nacional empezaron a movilizar a sus agentes dentro del Congreso Nacional y en sus inmediaciones.

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Seguridad. Fuerte dispositivo policial fue dispuesto en las inmediaciones del Congreso.

Para la mañana de ayer, el número de agentes aumentó tanto en las calles como en el interior de la sede legislativa. Se colocaron vallas para evitar el acceso de vehículos, salvo los de los legisladores, por las calles de los alrededores del Parlamento, situación que generó un caos vehicular.

Los hidrantes tampoco estuvieron ausentes de la escena, al igual que los antimotines.

El comisario Prudencio Burgos manifestó que desplegaron a los agentes antimotines para que ninguna situación pueda entorpecer lo que suceda en el Congreso y sus alrededores.

Aseguró que “nada está prohibido” y que la presencia policial es “preventiva”.

Esta situación generó el malestar de los legisladores opositores y disidentes.

Las calles que sufrieron las consecuencias del copamiento de la policía son 14 de Mayo, 15 de Agosto, O’Leary, Ayolas, Montevideo y Paraguayo Independiente.

Aunque el comisario Burgos manifestó que nada estaba prohibido, el acceso al Congreso estuvo bastante restringido, por lo que en varias oportunidades los legisladores tuvieron que intervenir para que algunos visitantes puedan ingresar.

Justamente, ante esta situación, el diputado liberal Dionisio Amarilla increpó fuertemente a los policías que se encontraban en servicio en ese momento. Las puertas de acceso estaban llaveadas y cuando el legislador solicitó que se abran, los agentes ni siquiera sabían cuál de las llaves era la indicada para abrir.

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