El papa Francisco recibió ayer a los máximos responsables de la Conferencia Episcopal estadounidense después de la reunión que mantuvieron el 13 de setiembre tras el informe sobre décadas de abusos sexuales en Pensilvania y el caso del cardenal Theodore McCarrick.
El Vaticano se informó de que Francisco recibió al presidente de la Conferencia Episcopal estadounidense y arzobispo de Galveston-Houston, Daniel DiNardo; al vicepresidente y arzobispo de Los Ángeles, José Horacio Gómez; al secretario general, Brian Bransfield, y al secretario general adjunto, Jeffrey Burrill.
La prensa especializada estadounidense aseguró que la audiencia estaba ya prevista desde hace tiempo, aunque se produce dos días después de que el Pontífice ordenase ampliar la investigación en los archivos de la Santa Sede en relación con el caso del cardenal y arzobispo emérito de Washington, Theodore McCarrick, quien fue expulsado del colegio cardenalicio por Francisco en julio. Una decisión que llegó después de la carta del ex nuncio en EEUU, Carlo Maria Viganò, en la que acusaba al Papa de conocer las acusaciones que pesaban sobre el purpurado, de 88 años de edad, ya desde junio 2013.
El mismo DiNardo expresaba en la página web de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos su satisfacción por las medidas adicionales que el papa Francisco está tomando para garantizar que los fieles estén protegidos del mal de la agresión sexual. “La verdad asegurará que los pecados terribles del pasado no se repitan”, agregó en la nota.
Tras la reunión del 13 de setiembre, el cardenal DiNardo había deseado continuar con el Papa el diálogo para identificar juntos los próximos pasos más efectivos en la lucha contra los abusos. EFE