“Estamos en un país en donde se necesita que se invierta en salud, educación y en otras áreas sociales. Las personas que deberían velar por ello y crear proyectos para ese efecto, se encargan de despilfarrar el dinero público”, indicó.
Asimismo, agregó que “el dinero para viajes de los parlamentarios se puede utilizar en otros rubros más importantes”. “Habría que saber a qué actividades se van y de qué sirve el viaje para beneficio de la ciudadanía. Es muy grave que no se rinda cuentas de eso”, expresó.
Mencionó que no existe un mecanismo de control sobre el uso del dinero de parte de los parlamentarios, lo cual significa un grave problema dentro del sistema.
“Los parlamentarios quieren aplicar criterios de racionalidad de recursos en los otros poderes del Estado. Sin embargo, en el Congreso no se intenta hacer lo mismo”, indicó, por su parte, Adolf Sauer, de Estrategia Nacional País.
“Es muy importante que los parlamentarios estén en los espacios de nivel internacional. Pero vemos que los viajes se convierten en paseos de turismo y no aportan al país. Fácilmente se podrían crear más centros de salud con el dinero utilizado hasta ahora”, agregó.
Sauer propone establecer un diálogo serio entre los tres poderes y las organizaciones civiles para establecer mecanismos de control de uso del dinero.