El toque de queda se inició a las 21.00 de ayer y se extendió hasta las seis de la mañana de hoy, según revelaron a los medios de comunicación.
Aunque las autoridades dieron ayer un temprano reporte de tranquilidad en todo el país, en el sur de Bogotá estallaron enfrentamientos entre manifestantes y policías cerca de estaciones de transporte público que fueron escalando a lo largo del día.
También hubo saqueos y robos que autoridades atribuyeron a “actividades criminales” y “desmanes”, sin vincularlos directamente con las protestas del jueves y ayer, las mayores de los últimos tiempos contra el Gobierno.
Peñalosa destacó que en la capital del país hay “cerca de 20.000 uniformados”, entre policías y militares, que buscan mantener el orden público, y se produjeron aproximadamente 230 capturas.
“De ninguna manera vamos a dejar que esta minoría ínfima de delincuentes destruya nuestra ciudad”, agregó.
El presidente Iván Duque indicó en un tuit que se comunicó por teleconferencia con Peñalosa para hacer una “evaluación y seguimiento a recientes alteraciones del orden público”.
MANIFESTACIÓN. A la par de los disturbios, cientos de manifestantes se dieron cita en la Plaza de Bolívar, corazón político de Colombia, recogiendo la estela del llamado paro nacional e iniciaron cacerolazos, una protesta inusual en Colombia, antes de ser desalojados por policías antidisturbios.
En tanto, los promotores del paro del jueves último se deslindaron desde temprano de la nueva convocatoria realizada ayer.
Con un diverso abanico de reclamos y exigencias contra las políticas económicas, sociales y de seguridad, cientos de miles de personas protestaron el jueves pasado en las calles y con cacerolazos contra Duque.
Las protestas dejaron un saldo oficial de tres muertos, 122 civiles con heridas leves y 151 miembros de la fuerza pública lesionados.
En tanto, Amnistía Internacional (AI) pidió ayer al gobierno de Duque garantizar las manifestaciones pacíficas y los derechos humanos, y solicitaron que cualquier acción que se desarrollen, se apegue al derecho internacional. AI insistió que “las autoridades colombianas deben poner fin a la violenta represión de las manifestaciones”.