Por Freddy Aguilera y Juan José Brull
ÑEEMBUCÚ
Su sorprendente ascenso económico en tan poco tiempo fue lo que levantó las sospechas de propios y extraños. De ser un simple tambero en su familia, se convirtió en el intendente de su pueblo, Laureles, de Ñeembucú. El financiamiento político lo obtuvo primeramente –según los pobladores– del ordeño de combustible, y luego del narcotráfico, dato corroborado por fuentes de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad).
Ygnacio Patricio Fretes Acosta –el protagonista de esta historia– es ahora ex intendente de Laureles, un pequeño pueblo de un poco menos de cinco mil habitantes del duodécimo departamento, y se encuentra recluido por narcotráfico, tras darse por detenido el 26 de noviembre pasado. En su vehículo particular fueron encontrados por agentes de la Senad 611 kilos de marihuana; la misma era transportada por su secretario general Élber Gustavo Barrios y el funcionario Fabriciano Arrúa.
UN CUPO POLÍTICO. Fretes pasó del anonimato cuando fue nombrado funcionario de la ANDE gracias a un cupo político ganado por trabajar con un ex intendente. Rápidamente se hizo de casa sobre la avenida principal de Laureles; incluso en frente mismo habilitó una estación de servicios, la única del pueblo.
Según las fuentes, habilitó el mencionado surtidor cuando habría ingresado en el negocio del ordeño de combustible, proveniente de Cerrito, a orillas del río Paraná. Fue así que se hizo de dinero y cuando se inició el periodo electoral sus amigos colorados, quienes le iniciaron en la política, le lanzaron como candidato por el sector Colorado Añetete.
Sus adversarios ocasionales habían manifestado que Fretes no tuvo ninguna oposición, porque tiró mucho dinero para llegar a ser intendente municipal sin ser un político.
Los vecinos empezaron a cuestionarse sobre el poder económico del electo, ya que lo gastado en la campaña no iba a ser compensado con el sueldo que iba a ganar siendo intendente, ya que el salario ni siquiera llega a los 3 millones de guaraníes.
MUNICIPALIDAD. Meses después de asumir el cargo, el intendente empezó a comprar bienes, tierras y ganado, y a hacerse de una amplia vivienda en el centro de la ciudad; además, amplió su surtidor.
Los recursos de la Municipalidad empezaron a ser utilizados de manera personal; inclusive las dos camionetas incautadas por narcotráfico las usaba también en la Comuna y ambas están a su nombre.
Las sospechas fueron confirmadas cuando agentes de la Senad detuvieron a su mano derecha, Élber Barrios, y a otro funcionario de la Municipalidad, Fabriciano Arrúa, quienes cayeron con 611 kilos de marihuana en el propio vehículo del intendente, una Nissan Mistral negra, chapa AYR 925. Días después cayó el intendente. Los investigadores encontraron después en un lavadero de Pilar la camioneta en la que habría huido Fretes, una Toyota Hilux, color bordó, con chapa AOF 600. Dentro hallaron documentos del titular y se presume que transportaba otro cargamento, que totalizó 1.500 kilos de marihuana, que tenía como destino Cerrito y luego Argentina.