San Lázaro cuenta con unos 17.000 habitantes, de los cuales unos 400 trabajan en la Industria Nacional del Cemento. El 70% se dedica a la explotación de piedras pero la bajante del río dificulta este oficio. A esto se suma que es temporada baja de la explotación de piedras calizas.
El informe se pasó a Emergencia Nacional y la Gobernación, pero hasta el momento no tuvieron respuestas. Los pobladores se manifestaron este martes frente a la Municipalidad y este miércoles prevén retomar la movilización en busca de asistencia.
Sin embargo, otro problema es la precariedad sanitaria. El centro de salud local cuenta con un solo médico y una cirujana que solo asiste tres veces a la semana. Los pacientes generalmente deben ser derivados a Asunción. “No nos hace caso el ministro de Salud, nos vamos a Asunción y no nos da audiencia”, criticó el jefe comunal en comunicación con Radio Monumental.
Si bien funciona en esta ciudad ubicada en el departamento de Concepción una dependencia del Instituto de Previsión Social (IPS), solo atiende un médico. “El presidente de IPS no tiene la voluntad de ver acá la situación”, agregó al respecto.
Incluso para los traslados, la Comuna debe asistir al centro de salud. En la última ocasión tuvo que reponer cubiertas a la ambulancia para que funcione nuevamente.
A su vez, el ministro de Salud Antonio Barrios refirió que la situación de San Lázaro es compleja porque se trata de un lugar muy alejado, pero adelantó que verificará la cuestión sanitaria y analizará si puede cumplir con el pedido de un cirujano permanente, “si es que hay alguien en la región que quiera ir a San Lázaro en la situación que se encuentra”.
Sobre la queja de Villalba, indicó que no recuerda haberle negado una audiencia, pero reconoce que es muy probable que no haya podido recibirlo sin haber agendado previamente el encuentro, pues diariamente mantiene audiencias y recorridos para optimizar el presupuesto destinado a Salud.
El ministro de la Secretaría de Emergencia Nacional, Joaquín Roa, anunció que este jueves enviará técnicos para analizar la situación, ya que el protocolo le exige evaluar los indicadores sobre falta de alimentos en la zona, aunque entiende que el problema es en realidad la falta de poder adquisitivo y no la escasez de alimento.