El referéndum en el que los ecuatorianos decidieron si aprueban o no una Asamblea Constituyente de plenos poderes promovida por el presidente Rafael Correa y que tiene como objetivo transformar el marco institucional del Estado, se desarrolló en plena normalidad.
A tres meses de su llegada al poder, Correa, cuyo proyecto político se pone a prueba hoy, calificó al referéndum como “una victoria del pueblo ecuatoriano, de la democracia y del derecho a expresarnos en las urnas” y dijo que “el primer triunfo de la consulta es el voto ciudadano” como fórmula para resolver los temas en discusión, expresiones con las que coincidió su vicepresidente Lenin Moreno.
La pregunta que tuvieron que responder los ciudadanos es: "¿Aprueba usted que se convoque e instale una Asamblea Constituyente con plenos poderes, de conformidad con el Estatuto Electoral que se adjunta, para que transforme el marco institucional del Estado, y elabore una nueva Constitución?”.
En esta ocasión la consulta fue convocada por el presidente Correa, quien desde la campaña electoral en 2006 impulsó la propuesta aduciendo que el modelo de estado vigente está “caduco”.
Detenidos. La policía precisó que 1171 personas fueron detenidas por violar la ley seca vigente desde la medianoche del jueves y hasta el mediodía del lunes. Tales ciudadanos no pudieron ejercer su derecho el voto.
El fantasma de Chávez. Los opositores al referéndum liderados por el partido Unión Demócrata Cristiana y el Movimiento Libertario han pedido votar “no” aduciendo que el presidente quiere llevar al país a una modelo parecido al de Venezuela.
Alrededor de 9,1 millones de ecuatorianos fueron convocados a votar, aunque se espera que cerca de 6,2 millones de ciudadanos hagan efectiva su decisión en las urnas.
Para conseguir la aprobación de la asamblea, Correa requiere el apoyo de más de la mitad de los votos consignados --válidos, blancos y nulos--, lo que se ha estimado en alrededor de 3,2 millones de sufragios.
Desde 1997, Ecuador ha vivido una década de inestabilidad política reflejada en la presencia de ocho mandatarios, tres de ellos destituidos: Abdalá Bucaram (1997), Jamil Mahuad (2000) y Lucio Gutiérrez (2005). - (AP)