Concejal acusa a diputado de fraguar más de 1.000 firmas

El concejal del Partido Democrático Progresista (PDP), Ezequiel Cáceres, denunció que el matrimonio compuesto por el diputado Éver Rivas y su esposa, la intendenta de la ciudad de Ybycuí, María del Carmen Benítez, se encargaron de fraguar la mayoría de las firmas pro enmienda en el Departamento de Paraguarí, en particular en este distrito. Mencionó que además, llamativamente, una mayoría de los firmantes en la ciudad corresponden a beneficiarios de Tekoporã, al subsidio de la tercera edad, así como de integrantes a comités agrícolas.

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Pareja. Éver Rivas (seg. der.) y su esposa (c) son conocidos en Ybycuí por manejar recursos públicos discrecionalmente.

Similar al modus operandi que rigió en la campaña de firmas pro enmienda en la zona de Itapúa y Caazapá, en Ybycuí, que es considerado feudo del matrimonio Rivas, los ciudadanos más vulnerables, es decir que por su condición de humildes obtienen el subsdio Tekoporã o bien, por su edad reciben el subsidio a la tercera edad, fueron blancos fáciles del matrimonio para ser chantajeados a impregnar sus firmas en las planillas.

“Vamos a presentar una denuncia porque ellos (la intendenta y el diputado) utilizan personas que están integrando comités de Tekoporã y tercera edad. Los datos lo manejan en la Municipalidad”, denunció el edil.

Agregó que desde la propia Municipalidad se gestó el plagio de firmas por orden de la jefa comunal, María del Carmen Benítez. “Ellos tienen todos los datos en la Comuna y por eso ni siquiera tuvieron que salir a recoger las firmas. Creemos que de las 2.200 firmas que salieron de este lugar, unas 1.500 son falsas y lo vamos a demostrar”, dijo.

PresiÓn. Los que reciben subsidio en la zona están sujetos al poder de turno que les amenaza con que dejarán de percibir los haberes, afirmó el concejal y añadió que durante el inicio de la campaña pro enmienda, coincidentemente, el propio ministro de Agricultura, Juan Carlos Baruja, otro leal integrante del entorno cartista, fue a la zona a entregar insumos agrícolas y pollitos a los comités locales, que sería una más de las medidas de presión sobre la gente. En la zona ya surgieron varias denuncias de que los operadores políticos se quedaban con los subsidios.

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