Con el relevo del comandante de las Fuerzas Militares (FFMM), general de brigada Juan Óscar Velázquez Castillo, el presidente Fernando Lugo completó la nueva barrida en el estamento militar, la segunda en poco más de diez meses, y una de las más importantes de los últimos años.
Esta es una de las más grandes movidas realizadas por el jefe de Estado en las FFAA, quien a principios de noviembre pasado había ordenado una movida similar.
Los cambios eran esperados hace meses, principalmente la salida del general Bartolomé Pineda, a causa del robo de fusiles del Comando del Ejercito y de su actuación al frente de las fuerzas especiales, durante el estado de excepción que se decretó en cinco departamentos.
Sin embargo, según fuentes castrenses, el mayor cambio dentro del estamento militar lo había realizado el presidente Nicanor Duarte Frutos, a poco de haber asumido el cargo.
Velázquez fue reemplazado ayer por el general de brigada Felipe Benicio Melgarejo Recalde, un día después de haber dado el mando a los nuevos comandantes: de la Armada, contraalmirante Juan Carlos Benítez; del Ejército, general Darío Cáceres Snead; de la Fuerza Aérea, general Miguel Christ Jacobs; y del Comando Logístico, Waldino Acuña Lugo.
Lugo no asistió a los actos de cambio de mando de dichas unidades, por lo que estos fueron presididos por Velázquez.
Los generales Melgarejo y Velázquez pertenecen a la promoción 1978.
HABRÁ MAS. Al movimiento de la cúpula y los posteriores cambios en los comandos de otras unidades y dependencias les sucederán una serie de cambios en las diferentes reparticiones, una vez que los nuevos comandantes vayan asumiendo sus cargos.
El ahora relevado había sustituido en noviembre pasado al contraalmirante Cíbar Benítez Cáceres.
Los cambios de ayer y del lunes se dieron semanas después de que el jefe de Estado haya nombrado como ministro de Defensa al general retirado Cecilio Pérez Bordón, en reemplazo del también general (SR) Luis Bareiro Spaini, quien renunció cuando iba a enfrentar un juicio político en el Parlamento.
Precisamente la salida de Cíbar Benítez había sido calificada como consecuencia de una pulseada con Bareiro Spaini, por temas relacionados a ascensos de generales y coroneles.
CORONELES DEL 81. Ahora, varios coroneles pertenecientes a la remesa de 1981 ocupan cargos propios de generales, por lo que se espera que asciendan al grado de general de brigada este fin de año. Para ello tendrán que contar con el acuerdo del Senado.