Tal como había anunciado el presidente del Congreso, Blas Llano, ayer autorizó mediante la resolución 1242 recortar rubros superfluos que conforman el presupuesto 2020.
El propósito por parte de esta institución es reasignar recursos a Salud para enfrentar el flagelo del coronavirus. Para eso, sufrieron un sensible recorte el rubro construcciones por G. 3.000 millones, que estaba dentro de la clasificación de la gestión administrativa del Congreso. Igualmente importantes fueron los recortes en combustibles y lubricantes, por valor de G. 1.647.500.000 (ver info), sumados los recortes tanto en Senado como en el Congreso.
Igualmente, el Senado y el Congreso tendrán a partir de esta resolución recortes en el rubro de pasajes y viáticos por valor de G. 1.270.000.000.
Otro rubro importante en el que invertía millones el Congreso era en el aporte a entidades educativas e instituciones sin fines de lucro por G. 1.000.000.000 que sufrió recortes.
Además de todo esto una serie de rubros recortados asciende a otros G. 3.627.500.000. Por ejemplo, con el recorte en servicio y mantenimiento y el rubro de gastos de inversión y reparaciones mayores se pretende ahorrar entre G. 230 millones y G. 320 millones.
Igualmente el “tijerazo” alcanza a las remuneraciones extraordinarias y capacitación por G. 285.436.000.
Cabe decir que los recortes pretenden reforzar la ayuda y reasignar recursos a la lucha contra la pandemia del coronavirus.
PEDIDOS. La iniciativa de las autoridades de buscar financiar los altos gastos en que incurre Salud con esta campaña contra el coronavirus, a la par de buscar un plan de contingencia ante la crisis que ya se vive por el paro en varias áreas del país, lleva a la consulta de si también los otros poderes (Judicial y Ejecutivo) iniciarán un proceso de recorte de sus gastos superfluos.
Los gastos sociales de las hidroeléctricas Itaipú y Yacyretá también deberían ser incluidos, aducen.