Agregaron que la notoria iliquidez hace que los fondos en la moneda nacional se hagan valer por parte de las entidades que tomaron más recaudos, luego de recientes incrementos en los encajes bancarios y licitaciones de letras del Tesoro para colmar las expectativas entre quienes buscaban dólares.
La política de contracción monetaria se profundizó en el tercer bimestre, cuando el peso se depreció casi un 30%, lo que ayudó a desacelerar la economía doméstica sumergida en una alta inflación.
Los operadores bancarios coinciden en que las entidades financieras están obligadas a ofrecer mejores rendimientos en tasas para evitar una mayor fuga de depósitos a posiciones en dólares.
“El vértigo del dólar se tranquilizó bastante, y lo que se vio en las últimas ruedas es que se frenó esa corrida contra el peso, en especial”, dijo Matías Roig, analista de Portfolio Personal. reuters