Aniversario constitucional

Este 20 de junio se cumplen 30 años de nuestra Constitución, la quinta que tuvimos, y la más reglamentada. Con luces y sombras, fue una reacción tras los 35 años de dictadura. Ahora merece algunos cambios aunque hay temor de que sea desfigurada si se abre esa posibilidad.

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En un repaso de nuestro itinerario constitucional, tenemos que en 1813 hubo un Reglamento de Gobierno, pero recién el 13 de marzo 1844, cuando se sanciona la “Ley que establece la Administración Política de la República del Paraguay y demás que en ella contiene”, tuvimos la primera Carta Magna.

Como era costumbre, tiene una preponderancia del Ejecutivo sobre el Legislativo y Judicial. En sus 103 artículos divididos en 10 capítulos, establece que el presidente duraba 10 años en sus funciones con reelección, un Congreso de 200 diputados convocado cada 5 años y sobre el regía lo resuelto en el Congreso de 1842. También tenía un Consejo de y algunos artículos sobre los derechos ciudadanos.

El 24 de noviembre de 1870, tras la hecatombe de la guerra, se sanciona la nueva Suprema, inspirada en las constituciones de Estados Unidos y de Argentina. Es una de las más liberales y democráticas. Consagró la libertad de expresión y de prensa. Tenía 129 artículos.

El presidente, con un vicepresidente, duraba 4 años en funciones y podía ser reelecto tras dos periodos. El Congreso era bicameral (Senado de 13 miembros y Diputados de 26 miembros) y un Tribunal Superior de Justicia, que regía el Poder Judicial. Tuvo periodos en los que no rigió.

En una forma no contemplada en la anterior Constitución, elaborada por una comisión integrada por Justo Pastor Benítez, Pablo Max Insfrán y el propio José Félix Estigarribia. La nueva Carta Magna con 94 artículos se sanciona el 10 de julio de 1940. Se hace un plebiscito el 4 de agosto de ese año y se juró el 15 de agosto.

El presidente duraba 5 años en funciones, con reelección por un periodo. Abolió el Senado y tuvo una Cámara de Representantes. Tuvo un Consejo de Estado con el modelo corporativista italiano. Las publicaciones eran reguladas por ley.

Después, como Stroessner ya no podía ser reelecto, propuso cambiar la Constitución. Así, el 25 de agosto de 1967 se promulga una nueva con 239 artículos. Permitió al dictador iniciar un nuevo periodo y, con la enmienda de 1977, ser reelecto varias veces. Consagraba más derechos, pero con algunas trampas.

El presidente duraba 5 años y podía ser reelecto una vez, aunque luego fue modificada. Mantuvo el Consejo de Estado, un Senado de 30 miembros y Diputados con un número no menor de 60 miembros. El Poder Judicial es regido por la Corte Suprema de Justicia, con 5 miembros.

Finalmente, tras la caída de la dictadura de Alfredo Stroessner, se llama a una Constituyente para sancionar una nueva Carta Magna. Su juramento, el 20 de junio de 1992, trajo polémica porque en las disposiciones transitorias no permitió que el entonces presidente Andrés Rodríguez sea candidato. Con 291 artículos, es la más larga de todas.

Tiene un presidente y un vicepresidente electos por 5 años, sin reelección. Es la única que no la consagró. Para mí, tras 30 años, podría modificarse y prever la misma por un periodo más.

Esta Carta Magna tiene una preeminencia del Legislativo sobre los demás poderes, lo que debe corregirse. Ellos pueden sacar presidentes y ministros de Corte, a discreción, con solo tener una mayoría parlamentaria. Esto debe modificarse.

La Corte Suprema tiene 9 ministros, y la ambigüedad hace que haya una controversia con el Congreso sobre la duración del mandato. Esto debería ser más específico para que no deje margen a la interpretación. Otro punto a mejorarse es la elección de importantes cargos al arbitrio de los políticos.

De todas nuestras constituciones, la de 1992 es la que más derechos consagra. Fue un avance en ese año, pero ya es mayor de edad y debería ser modificada para mejorarla.

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