Del techo del Oracle Arena de Oakland cayó una lluvia de confeti dorado que bañó a los Warriors para celebrar su victoria por 129-120 sobre los Cavaliers de Cleveland en el quinto partido de la serie final, que ganaron por 4-1.
Tras el colapso histórico de la pasada campaña, cuando desperdiciaron la ventaja de 3-1 que tenían también sobre los Cavs, los de Golden State cerraron esa herida con el aporte decisivo de Durant. En su espectacular primera temporada con los Warriors, logra el deseado anillo de campeón de la NBA por el que se fue el año pasado de los Thunder de Oklahoma City.
Los Golden State Warriors obtienen así su quinto campeonato de la NBA tras los ganados en 1947, 1956, 1975, 2015 y ahora 2017. Fueron los mejores durante toda la temporada y lo demostraron en las finales, donde no tuvieron casi falencias en todos los rubros del juego.