De acuerdo a un comunicado difundido hoy, el 85 por ciento de los 137 trabajadores internacionales con los que cuenta la agencia no verán sus contratos renovados a lo largo de este año debido a la crisis de liquidez y financiación que sufre, con un déficit de 101 millones de dólares que hará que en septiembre no dispongan de fondos.
“Esta medida se toma para reducir costes tanto como sea posible sin reducir los servicios (que proveen) a los refugiados”, mientras continúan los intentos de movilizar recursos y ampliar su presupuesto, afirma la nota.
Gracias a estas “estrictas medidas de austeridad (...) la agencia debería ser capaz de continuar hasta final de año con los servicios que salvan vidas”, añade.
Entre sus funciones se encuentran las de proveer servicios de salud, educación, proyectos de emergencia, servicios sociales y saneamiento.
En las escuelas infantiles que la agencia financia estudian más de medio millón de niños de Jordania, Líbano, Siria y Palestina.
“Las escuelas son esenciales, pero quizá sea necesario tomar decisiones difíciles en las próximas semanas si no se subsana el déficit”, advierte UNRWA en el comunicado.
UNRWA tiene unos gastos corrientes de entre 30 y 35 millones de dólares mensuales para financiar sus operaciones, un presupuesto que, calcula, se habrá acabado el próximo septiembre de no recibir nueva financiación.
