En principio, la jueza de Luque, Yennifer Ynsfrán, dispuso su reclusión en el penal de Tacumbú, pero no se pudo cumplir esa orden, ya que la cárcel más grande del país volvió a cerrar sus puertas a nuevos reclusos por sobrepoblación. Actualmente, son 3.600 los internos que conviven en condiciones precarias en la penitenciaría, que está preparada para albergar a 1.500 personas.
La cárcel antigua de Emboscada fue considerada en su tiempo como la prisión de máxima seguridad del país.
Es uno de los dos lugares de reclusión situados en la mencionada localidad con el penal Padre Juan de la Vega.
El abogado Juan Martínez, defensor público que lleva el caso de Núñez, había mencionado que su cliente se encontraba muy asustado y que incluso temía ser víctima de algún tipo de ataque dentro de su lugar de reclusión. “Él está con mucho susto, con mucho miedo de que alguien atente contra su vida, por eso se pidió que esté separado de todos los internos, por el plazo de 15 días”, refirió el representante legal, que por entonces daba como un hecho la reclusión de su defendido en el penal de Tacumbú, lo cual no se dio finalmente.
Por el momento, se desconoce en qué pabellón de la cárcel de Emboscada albergarán a Ulises y si será aislado de los demás internos, tal como lo había pedido su defensa.
El procesado se entregó en la mañana del sábado a las autoridades nacionales, en Puerto Falcón, tras recibir garantías por parte de la Policía Nacional. Previamente, el joven estuvo tres días prófugo en Argentina.
La fiscala Liz María Recalde fue quien emitió la orden de detención en su contra, luego de ser identificado en unos videos de circuitos de seguridad que lo captaron en el momento en que compraba el combustible para derramar al auto de Natalia en la zona de Reducto, San Lorenzo.