La definición de la Fiscalía General del Estado en el Senado, que finalmente recae en la candidata del Ejecutivo, Sandra Quiñónez, demuestra que los partidos tradicionales van marcadamente divididos para las elecciones de abril.
En principio, la prioridad que pregonaban en carpas coloradas, tanto en el sector de Horacio Cartes como en Colorado Añetete, liderado por Mario Abdo Benítez, era la unificación de la bancada en ambas cámaras.
Tras la confirmación de Quiñónez comenzaron los tiroteos entre los senadores de la ANR y el propio Juan Carlos Galaverna en varias radioemisoras habló de traición.
Los cuestionamientos fueron para Óscar Salomón y Enrique Bacchetta de su mismo sector, Colorado Añetete, quienes votaron por la designación de la fiscala.
Al primero también le acusó de negociar la impunidad a favor de un funcionario con denuncias de irregularidades administrativas en el Municipio de San Lorenzo.
Calé incluso refirió que el citado funcionario sanlorenzano había sido nombrado en el Ministerio Público, pero finalmente se informó que el mismo no ocupa cargo en la citada institución.
Juan Darío Monges, referente del cartismo en el Senado, se llenaba la boca diciendo que querían llegar unidos a los comicios. En ese mismo sentido se manifestaban los senadores que responden al presidenciable por la Lista 1.
Alegaban que esa era la premisa antes de tomar cualquier determinación en temas considerados trascendentales como el caso del acuerdo para Quiñónez, que estaba pendiente desde el año pasado.
Para los referentes colorados parecía una tarea fácil y supuestamente ya estaban encaminadas las conversaciones.
Cuando la mesa directiva junto con los líderes de bancada acordaron incluir en el orden del día la designación de Quiñónez, los colorados volvieron a hablar de unificar los votos el día de la sesión.
Llegado el día clave y en el momento del tratamiento del tema, y cuando supuestamente se llegó a un acuerdo para la postergación, en Colorado Añetete se dieron dos fugas.
Abiertamente, Salomón y Bacchetta, quienes ya habían volcado su voto por la actual fiscala general, acompañaron la confirmación de la misma, pero dejaron descolocados a sus colegas del mismo sector, que se retiraron de la sesión.
El líder del bloque, Silvio Beto Ovelar, se mostró perplejo y se limitó a señalar que ese no había sido el trato al que se había llegado.
Beto habla de cuestiones particulares
El senador Silvio Beto Ovelar, líder de bancada de Colorado Añetete en la Cámara Alta, indicó que el quiebre producido el jueves en su sector por la designación de Sandra Quiñónez como fiscala general se produjo por cuestiones “particulares” de los senadores Enrique Bacchetta y Óscar Cachito Salomón, quienes votaron a favor de Quiñónez.
“En el momento en donde debíamos mostrar mayor cohesión nos quebramos, no precisamente por (el presidente) Horacio Cartes. Aquí, la cuestión es personal, muy particular, de Sandra Quiñónez”, señaló el legislador en la víspera.
Ovelar añadió que en Colorado Añetete existe mayoría absoluta a favor de Quiñónez, pero la idea era postergar el acuerdo constitucional.