En un comunicado, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Ned Price, destacó en particular las exitosas elecciones presidenciales de octubre de 2015 en Costa de Marfil y las mejoras en el combate al tráfico ilícito de armas y recursos naturales.
Por ello, Obama decidió poner fin a la declaración de emergencia con respecto a Costa de Marfil emitida en febrero de 2006 por el entonces presidente estadounidense George W. Bush y, en consecuencia, levantar las sanciones relacionadas.
“Costa de Marfil ha tomado medidas significativas para fortalecer sus instituciones de gobierno y económicas, y reconciliar las diferencias que llevaron a la guerra”, sostuvo Price en el comunicado.
Entre los desafíos pendientes, el portavoz citó las dificultades derivadas de la reforma agraria en el país y garantizar que “los beneficios del crecimiento económico se dejen sentir en toda la población”.
La última crisis de Costa de Marfil comenzó en 2010 cuando el entonces presidente, Laurent Gbagbo, se negó a aceptar su derrota electoral, a pesar de la presión internacional.
Después de unos 3.000 muertos y miles más de desplazados en seis meses de combates, el conflicto concluyó en abril de 2011 cuando las fuerzas leales al ganador de las elecciones, Alassane Ouattara, con el apoyo de Francia y de la ONU, detuvieron a Gbagbo y a su esposa.
En abril pasado, el Consejo de Seguridad de la ONU anunció que pondrá fin en 2017 a la misión de las Naciones Unidas en Costa de Marfil (Onuci) al considerar que ha cumplido sus objetivos.
En otra resolución aprobada en paralelo, el máximo órgano de decisión de la ONU determinó, además, levantar todas las sanciones que aún pesaban sobre el país africano.
