La mejor muestra de que el cambio climático será uno de los ejes de esta gira es que, en el trayecto hacia China, Obama hará una parada en el archipiélago de Hawai para participar el miércoles en un congreso sobre conservación y visitar el jueves el Monumento Nacional Papahanaumokuakea, al que acaba de convertir en la mayor área protegida del mundo.
Brian Deese, principal asesor sobre cambio climático de Obama, estuvo en Pekín la semana pasada y este lunes comentó, en una rueda de prensa en Washington, que la reunión que el mandatario estadounidense y su homólogo chino, Xi Jinping, tendrán antes de la cumbre del G20 estará centrada en los esfuerzos para que el Acuerdo de París sea vinculante “lo antes posible”.
De acuerdo con el diario hongkonés South China Morning Post, China y EEUU preparan un anuncio conjunto de ratificación del Acuerdo climático de París para antes de la cumbre del G20, que comenzará el domingo en la ciudad china de Hangzhou.
Deese eludió confirmar si habrá anuncio y los detalles, pero explicó que el de París es un acuerdo “ejecutivo” y, por tanto, Obama puede ratificarlo sin necesidad del consejo o consentimiento del Senado de EEUU.
Para que el Acuerdo de París entre en vigor se necesita que al menos 55 países que sumen en total el 55 % de las emisiones contaminantes globales completen el proceso de ratificación.
China y EEUU, los dos países más contaminantes del mundo, suman cerca del 40 % de las emisiones globales, con lo que su ratificación del pacto ayudará a estar más cerca de que se convierta en vinculante.
Por otro lado, la cumbre del G20 en Hangzhou será la décima y última de Obama, que quiere usar esta cita para seguir insistiendo en “cómo impulsar el crecimiento global”, según el asesor adjunto de asuntos económicos internacionales de la Casa Blanca, Wally Adeyemo.
También estará muy presente en la agenda de Obama el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, en inglés), ya que algunos miembros del G20 son, además, firmantes de ese pacto comercial, integrado por EEUU y otras once naciones.
El asesor adjunto de seguridad nacional de Obama, Ben Rhodes, anticipó que el presidente, tanto en China como en su posterior visita a Laos, hablará “con contundencia” sobre por qué el TPP “es esencial para los intereses económicos y de seguridad” de EEUU.
El TPP, pendiente de aprobación en el Congreso de EEUU, es visto como “una prueba de fuego” del liderazgo estadounidense y una demostración del “compromiso” del país con ser “una potencia del Pacífico”, a juicio de Rhodes, quien destacó que el próximo inquilino de la Casa Blanca “se beneficiará enormemente” de contar con ese acuerdo.
Los candidatos a la Casa Blanca, la demócrata Hillary Clinton y el republicano Donald Trump, se oponen al TPP y el Senado, de mayoría conservadora, no prevé someter a voto el acuerdo antes de que termine el mandato de Obama, en enero próximo.
Sin dejar de lado la defensa del TPP, en su visita a Laos, la primera de un presidente de EEUU a ese país, Obama participará en las cumbres de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) y de Asia Oriental.
Además, Obama ofrecerá un discurso sobre sus esfuerzos por priorizar la relación y la influencia de EEUU en la región de Asia-Pacífico, uno de los pilares de su política exterior junto con el acercamiento a Cuba y el acuerdo nuclear con Irán.
En el terreno bilateral, la Casa Blanca ha confirmado por ahora que Obama se reunirá con su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, el domingo, antes de la cumbre del G20, y posteriormente en Laos con el presidente filipino, Rodrigo Duterte, quien juró el cargo el pasado 30 de junio.
Obama y Erdogan prevén abordar las recientes tensiones bilaterales en torno al fallido golpe de Estado en Turquía y a la lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI) en Siria.
En el caso de Duterte, Obama le transmitirá sus preocupaciones sobre la situación de los derechos humanos en Filipinas, donde el mandatario lleva a cabo una controvertida guerra contra la droga que ha recibido numerosas críticas de varias organizaciones, incluida la ONU.
Hasta el momento no hay una reunión formal programada entre Obama y su homólogo ruso, Vladímir Putin, pero Rhodes dio por hecho que ambos dialogarán “en los márgenes” de la cumbre del G20 sobre asuntos como los conflictos en Siria y Ucrania.